La Unión Europea envió este jueves un ultimátum al Reino Unido exigiendo que modifique de inmediato la propuesta de ley que el Gobierno de Boris Johnson ha presentado en el Parlamento británico. Bruselas ha saltado como movida por un resorte al comprobar que esa propuesta implica violar el acuerdo de salida de la Unión firmado hace menos de un año. Es literalmente así ya que con esa ley el Gobierno de Johnson se reserva el anular de manera unilateral algunos de los puntos más sensibles del acuerdo como, por ejemplo, el que impedía que reapareciese una frontera dura entre las dos Irlandas.
La cuestión de Irlanda fue la más peliaguda y la que mantuvo atascado el acuerdo de salida durante casi un año por la oposición de los partidarios del Brexit, que consideran que ese acuerdo supone de facto separar a Irlanda del Norte del resto del país. En Bruselas no quieren alterar ni una coma de de lo acordado porque, entre otras cosas, tienen que dar la cara por la República de Irlanda, miembro de la UE que desde el principio confió en que el equipo de Michel Barnier velase por sus intereses. No están, por lo tanto, dispuestos a pasar por ahí ni a renegociar nada relacionado con Irlanda por lo que han exigido a Johnson que rehaga la propuesta antes de fin de mes o emprenderán acciones legales y detendrán en el acto las conversaciones para fijar el nuevo marco de relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea.
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