Adriana Lastra, diputada por Asturias y portavoz del PSOE en el Congreso, anunció hace dos días que se incorporará como delito la exaltación del franquismo en la próxima reforma del Código Penal, un proyecto sobre el que está trabajando el Gobierno. De esta manera Sánchez y sus socios llevarían la cuestión un poco más lejos de lo que anunciaron durante la campaña electoral, cuando prometieron prohibir la apología del franquismo en lugares públicos.
En España no está prohibida la simbología franquista ni los homenajes al propio Franco o a figuras destacadas de su régimen. Lo que si se hizo en su momento, en virtud de la Ley de Memoria Histórica, fue retirar monumentos, calles o cualquier tipo de reconocimiento oficial que pudiese quedar en la calle. Desde entonces la exaltación del franquismo es un asunto privado y amparado por la libertad de expresión y opinión, consagradas ambas en la Constitución.
Se abre por lo tanto un interesante debate porque, en el caso de que terminasen por incluir como delito la exaltación del franquismo en el Código Penal, se trataría de un delito de opinión, algo incompatible con nuestro ordenamiento legal. Vamos a profundizar un poco más en el tema.
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