La OPEP no consigue que el petróleo vuelva a subir de precio y recupere los ansiados 100 dólares por barril. Llevan desde hace casi tres años intentándolo y no les sale nada. Al contrario, cada nueva reducción de producción pactada viene acompañada de un aumento en otros países. Quedaría la baza de la inestabilidad en Medio Oriente, pero no hay una correlación directa entre problemas en aquella región y subida de precio. A veces sucede y otras veces no. Eso, al menos, es lo que la historia nos enseña.
Históricamante el petróleo ha sido una maldición para la agricultura y la ganadería, es Oro Negro para los países con grandes yacimientos, y ha sido una herramienta política, cuando el mercado estaba cartelizado. Ahora, es un recurso con reservas crecientes y perspectivas de uso decrecientes. Quienes usan los petrodólares como palanca para su prosperidad futura, ya la tienen en el presente, mientras quienes los usan para salvar el corto plazo, viven con la inestabilidad que les generan unos precios que no controlan y la amenaza del desuso. La herramienta política es ahora una katana: valiosa y eficaz, pero tan solo un cuchillo peligrosísimo, en manos torpes.
Un cordial saludo.