El reparto de África

África forma parte de lo que conocemos como el Viejo Mundo, pero a pesar de ello no fue explorada en su integridad hasta finales del siglo XIX. Por debajo del desierto del Sahara sólo se conocían las costas que habían cartografiado los portugueses con gran celo durante sus expediciones de los siglos XV y XVI. El resto era completamente desconocido. Los europeos simplemente no estaban interesados en ir más allá de la costa.

Todo esto cambió tras las guerras napoleónicas y la independencia de las repúblicas americanas. África se convirtió en el nuevo Dorado para los europeos, que no tardaron en recorrer las cuencas del río Congo, el Níger o el Zambeze. A la exploración le siguió el reparto. Todas las potencias querían su parte del pastel. Había arrancado la revolución industrial y necesitaban materias primas y nuevos mercados.

Aquello se podía hacer por las malas o por las buenas poniéndose de acuerdo pacíficamente y delimitando las áreas de influencia. Guerras hubo, pero pocas. En líneas generales los europeos acordaron repartirse África amistosamente en una conferencia que tuvo lugar en Berlín entre 1884 y 1885. Esto es lo que vamos a ver hoy en la ContraHistoria, el reparto de un continente entero por parte de sólo siete países: el Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, Portugal, Italia y España.

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