En busca de El Dorado

Durante el siglo XVI un sinnúmero de expediciones de exploración y conquista españolas recorrieron Sudamérica en busca de un reino perdido en el que el oro abundaba en cantidades inimaginables. Eso excitó la codicia de los españoles, que se aprestaron a encontrarlo. Nunca dieron con él pero gracias a ese incentivo exploraron y cartografiaron toda la mitad norte del subcontinente. Muchas terminaron en la fundación de ciudades como Bogotá, Cali o Quito. Otras acabaron muy mal, con los conquistadores matándose entre ellos. Esta es la historia de la búsqueda de El Dorado.

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1 Comment

  1. El Dorado fue la inteligente respuesta indígena a las obsesiones de los españoles. Los españoles codiciaban el oro y los indígenas deseaban que se marchasen, así que por supuesto que había oro, muchísimo, en cantidades inconcebibles, ya extraído y presentado en trajes, joyas, decoraciones, estatuas, monumentos…una ciudad de oro. Los indios daban Fe de su existencia y los españoles babeaban febriles contando ya sus palacios y sus banquetes. El caso es que El Dorado andaba siempre en dirección difusa y siempre alejándose de los últimos indígenas preguntados, tan difusa y tan alejada como para cartografiar los Andes y la Amazonía mientras se rastreaba.
    El oro de Sudamérica, lo encontró el geólogo Pierre Maruéjol, en forma de yacimiento aurífero, en Yanacocha, 48Kms al norte de Cajamarca, en Perú, en 1980.
    Un cordial saludo.

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