Llevo un par de días en Alemania y uno de los temas de conversación estrella es que las alemanas no quieren tener hijos y, de hecho, no los tienen. Según parece, un 26% de las mujeres entre 35 y 39 años carecen de descendencia lo que, dado el rango de edad, es muy probable que sigan sin ella hasta el final de sus rumbosos días. Es normal que un pequeño porcentaje de mujeres decida o se vea forzada a no tener hijos; ahora bien, un 26% es un porcentaje altísimo y más cuando se trata de una generación, la de las nacidas entre 1970 y 1974, que en Alemania ya empezó a ser cortita. La esperanza estaba en las inmigrantes, pero éstas tampoco están por la labor así que el panorama es bastante jodido; o Alemania importa a la gente o desaparece como tal en dos o tres generaciones después de haber colapsado por un exceso de pensionistas.
He echado un vistazo al blog de Marta Salazar, que es el mejor en español sobre Alemania, y ella también lo lleva. Se ve que en Bonn se habla de lo mismo que en Baden-Württemberg. Marta enlaza una caricatura de Die Welt que me permito reproducir. Así está la cosa por estos lares respecto a la maternidad, sospecho que en España no andará mucho mejor.
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