La situación en Hong Kong no hace más que empeorar. Tras ocho meses de protestas populares prácticamente ininterrumpidas, el domingo pasado se produjo una batalla campal entre los estudiantes de la Universidad Politécnica y la policía. De nada sirvió el aviso hecho por las autoridades de que emplearían munición real si los manifestantes seguían arrojando cócteles molotov sobre las fuerzas del orden.
Al final no hubo que lamentar víctimas mortales, pero a principios de mes si que se produjo un muerto, un universitario que se cayó desde un edificio huyendo de las cargas policiales. Hace unos días murió un trabajador del servicio de limpieza a causa de un ladrillazo arrojado presumiblemente por los manifestantes. Como vemos, el tema se complica mucho más de lo que nos hubiésemos figurado hace sólo tres o cuatro meses. El Gobierno de Xi Jinping tiene un problema en Hong Kong que no sabe muy bien como enfrentar, y es por ello muy probable que termine resolviéndolo por la fuerza bruta.
En La ContraRéplica:
- VOX y los periodistas
- Coste de las elecciones este año
- Crisis en Bolivia
- Hogar Social Madrid
- Bolívar y la masonería
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