El insufrible parloteo del G-20

La enésima cumbre del G-20 ha dado de si lo mismo que las anteriores: nada. Esta vez el interés (y el morbo) estaban en la presencia de Donald Trump, que no defraudó a la audiencia congregada en Hamburgo y escenificó con bastante aplomo su propio aislamiento internacional. Más allá de eso un incesante parloteo de vaguedades y comunicados conjuntos sobre lugares comunes. Fuera altercados callejeros. Y no hay mucho más que añadir.

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1 Comment

  1. El cometido del G20 fue hacerse la foto, de la unión y el compromiso de tirar del carro, de los más fuertes ante una crisis global, es decir, un acto generador de confianza en un momento de enorme zozobra. Y solo puede hacer eso y en esa circunstancia. Ahora es un hato de servidores públicos sirviéndose del escaparate para figurar, para chalanear asuntos particulares, para poner al día el politiqués y para chulearle parte del presupuesto a los contribuyentes. Alma y fragancia de la política.
    Un cordial saludo.

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