Isabel la Católica

La historia de la Isabel de Castilla, más conocida como Isabel la Católica, es una de las más fascinantes de toda la Historia de España. Reina por accidente, consiguió de la mano de su esposo, Fernando de Aragón, meter a los reinos hispánicos de cabeza en la Edad Moderna. Bajo su reinado la Corona se fortaleció, se reconquistó el Emirato de Granada, se iniciaron las guerras de Italia y se descubrió América. Pero fue un reinado también con sombras como la expulsión de los judíos o la Inquisición, obras ambas de los Reyes Católicos. Un legado gigantesco al que merece la pena echar un vistazo.

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1 Comment

  1. Isabel la Católica era castellana y conocía el idioma, la Fe, las miserias y la grandeza de su pueblo. Isabel era además una Trastámara y conocía perfectamente las necesidades de su dinastía. Los reyes con súbditos tienden a anteponer los intereses dinásticos los intereses de su pueblo, y así, si toca guerra, toca entrega de territorio y súbditos, toca conversiones masivas o toca expulsión, pues toca. Para las dinastías germana y gala, los españoles siempre han sido unos extraños, un mal obligado y necesario, y se notaba. Para Isabel, los castellanos serían complicados y exasperantes, pero no unos extraños. Los Trastámara pudieron incluir alguno de los intereses de su pueblo entre sus intereses dinásticos porque compartían con sus vasallos una idea general del mundo. Y así lució la cosa: Unión de reinos cristianos, voz autorizada en Europa, voz cantante entre la cristiandad y apuesta por la empresa americana. Isabel, junto a Fernando, estableció las bases para que España fuese el principal hegemón mundial de la Edad Moderna. Casi nada.
    Un cordial saludo.

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