Sebastian Kurz, el candidato del democristiano ÖVP, ganó este domingo las elecciones austriacas. Lo hizo con gran autoridad incrementando en nueve escaños sus resultados de 2017. Porque estas elecciones han sido algo inesperado. A Kurz le tocaba enfrentarse de nuevo a las urnas en 2021, pero un gran escándalo conocido como Ibizagate le descabalgó del Gobierno en mayo.
Kurz no tenía nada que ver con el escándalo, pero si sus socios del partido nacionalistas FPÖ. El electorado ha castigado a este último y ha premiado a Kurz. Los socialdemócratas, por su parte, se han hundido más aún de lo que ya estaban y en su lugar han emergido los Verdes. Con ellos tendrá que pactar Kurz si quiere evitar hacerlo con el FPÖ, del que tan ingrato recuerdo guarda. Kurz es un hombre joven, muy ambicioso y extremadamente pragmático, luego es previsible que haga lo que considere que más poder deja en sus manos.
En La ContraRéplica:
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