Cuando me preguntan qué fue lo que me hizo abandonar el izquierdismo ambiente de mi adolescencia y abrazar el ideario liberal, respondo que sólo hicieron falta cuatro o cinco libros, leídos, eso sí, en el momento adecuado y la dosis justa de desconfianza frente al poder que es indispensable en todo liberal. Entre ellos, y en un lugar de privilegio, se encuentra La libertad traicionada de José María Marco. Vio la luz en 1997 y, tras una década en la que, de difícil que era encontrarlo, terminó por convertirse en un mito bibiliográfico ayer volvió a presentarse. Hace diez años lo publicó Planeta y, la verdad, no se si vendió mucho o poco, el hecho es que, la reedición es de Gota a Gota, editorial que depende de FAES.
El libro es excepcional y no defrauda a casi ningún lector interesado en estos temas. Dice Marco que ha retocado ligeramente el estilo y que los retratos de algunos personajes están matizados. Espero que sea para bien porque la primera edición ya era perfecta. Lo comprobaré este fin de semana.
Para el que haya oído hablar del libro pero no sepa muy bien de qué va y a qué aspiró en su momento, La libertad traicionada es una colección de siete ensayos que abarcan todo lo que a un historiador le gusta; a saber: vidas ajenas y pretéritas, los quehaceres e ideas que las llenaron y el corolario de hechos a que dieron lugar. En esencia, La libertad traicionada es una mirada desapasionada pero melancólica hacia una galería de personajes que mucho tienen de ejemplar, pero a la inversa. España sin ellos sería imposible de entender, la España que hemos heredado, peleada consigo misma y con su historia.
El origen de los dos principales problemas que aquejan a España, que son, la negación de su existencia y la querencia totalitaria de sus gobernantes, no está, como muchos quieren hacer ver, en el franquismo sino en la crisis de los años 30, que concluyó dramaticamente en la Guerra Civil y en 40 años de dictadura. El trauma, el punto donde algo se rompió, hay que buscarlo en el primer tercio del siglo XX. Ahí está la raíz de todo, en la confluencia de dos crisis, la del liberalismo y la de la idea de España. Las mismas que, un siglo después, atormentan a los que nos decimos liberales y españoles a un tiempo. Por eso el libro de Marco es tan agradecido de leer. Imprescindible.
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