El Gobierno boliviano acusó este sábado al español de vulnerar las normas internacionales cuando cuatro agentes de policía españoles encapuchados fueron sorprendidos accediendo a dependencias de la embajada mexicana en La Paz, con intención de sacar de allí a antiguos miembros del Ejecutivo de Evo Morales reclamados por la Justicia boliviana y que se encuentran refugiados en la legación de México. El asunto no tardó en complicarse. El ministro boliviano Arturo Murillo anunció que pedirá a la presidenta Jeanine Áñez que expulse a todos los miembros de la embajada de España en el país.
En resumidas cuentas, una formidable crisis diplomática en plenas vacaciones de Navidad y por un asunto que a los españoles de a pie ni les va ni les viene. A los españoles de a pie no, pero sí quizá al Gobierno español, que se encuentra en funciones con un pacto cerrado ya con un partido cuyos vínculos con el ex presidente Morales están más que acreditados. Una cosa no tiene por qué conducir a la otra, pero el asunto este de La Paz es lo suficientemente extraño como para que merezca una investigación y la depuración de las responsabilidades pertinentes:
En La ContraRéplica:
- El ajuste de las pensiones en Argentina
- El plan de Alberto Fernández
- VOX y las ruedas de prensa
- ¿Cuál debería ser la fiesta nacional de España?
Be the first to comment