Todos a Cataluña

La semana pasada el INE hizo públicos los números del turismo en 2018. Fue un año de récords. Un total de 82.773.156 turistas extranjeros visitaron España, es decir, que tocamos a casi dos turistas por cada español. España, de hecho, es el segundo país con más turistas del mundo después de Francia y antes de Estados Unidos. Bien mirado, es normal que vengan tantos turistas a España habida cuenta de lo bonito que es el país, el buen clima que tiene y lo especializado que está en la industria turística. También influye su situación geográfica, a corta distancia de los principales países emisores de turistas con los que cuenta con buenas comunicaciones y ninguna frontera.

De los cerca de 83 millones de turistas 45 (el 54%) vienen del Reino Unido, Alemania, Francia e Italia. Pero, ¿adonde van, cuáles son sus destinos preferidos dentro del país? La región que más turistas recibió en 2018 fue Cataluña con 19 millones, seguida por Baleares (13,8), Canarias (13,7) y Andalucía (11,6), lo que nos viene a decir que buscan sol, playa y diversión, pero no sólo eso. El ejemplo lo tenemos en Cataluña o Andalucía, que ofrecen de todo.

Que vayan a Cataluña tiene toda la lógica del mundo para que engañarnos. Yo también voy a Cataluña siempre que puedo. Soy afortunado porque la tengo cerca: 2:30 de Madrid en AVE, sólo dos horas si decido quedarme en Lérida, que es la capital de la única provincia catalana sin costa. Lérida lo que tiene es montaña, y muy alta por cierto. En Lérida está el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, que es una auténtica maravilla con cumbres de más de 3.000 metros y unos paisajes que quitan el hipo.

Lago de San Mauricio en los Pirineos de Lérida situado a 1.910 m de altitud, en el fondo de un circo glaciar.

Digamos que en Aigüestortes Cataluña toca el cielo. El suelo lo toca en el monasterio de Poblet o, mejor dicho, el subsuelo porque allí están los sepulcros de los monarcas de la corona de Aragón. Poblet se encuentra en la Cuenca de Barberá, en Tarragona, y es una joya del gótico aunque tiene añadidos posteriores como el palacio del rey Martín, la portada barroca de la iglesia, que donó graciosamente al cenobio el duque de Cardona en 1670, o la sacristía nueva, levantada a finales del siglo XVIII.

Entre el cielo de Aigüestortes y el suelo de Poblet está el resto de Cataluña. La región tiene forma de triángulo rectángulo con el vértice sur en el delta del Ebro, el lado opuesto en los Pirineos y la hipotenusa en la franja costera. Justo en el centro de la hipotenusa está Barcelona, una de las ciudades más bonitas del mundo. La belleza se la debe en parte a la naturaleza, que fue generosa con ella, y en parte a los propios barceloneses, que siempre se esmeraron en tener la ciudad hecha un pincel.

Barcelona es la campeona indisputada del turismo español. Está relativamente cerca de la frontera, cuenta con puerto, aeropuerto y tren de alta velocidad. Es fácil llegar hasta allí desde cualquier rincón del mundo. Probad en Liligo.es a poner Barcelona en la caja de búsqueda y veréis que se puede volar desde centenares de aeropuertos, Id ahora a la pestaña de hoteles y comprobaréis que la oferta es muy numerosa. Barcelona es, en definitiva, la metáfora misma del turismo en España: tiene de todo, es agradable, divertida y accesible.

Y de Barcelona al resto de Cataluña es sólo un paso. Quedaros con lo de Poblet y, si os sobra tiempo, hay otro monasterio más al norte, en la comarca gerundense de Ripoll, que también merece una visita: el de Santa María de Ripoll. No muy lejos se encuentra Besalú, ya en la comarca de La Garrocha, que es uno de los pueblos más bellos de España, de esos en los que nada más entrar le apetece a uno quedarse más de un día.

Be the first to comment

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.