Aunque los candidatos no están aún formalmente nominados en sys respectivas convenciones que no se celebrarán hasta dentro de un mes, la campaña electoral en EEUU ya ha dado comienzo. Los estadounidenses están convocados a las urnas dentro de tres meses y medio y Donald Trump no puede perder ni un minuto. Las encuestas, como en 2016, le son adversas. En todas ellas el ganador será Joe Biden con ventajas que oscilan entre los 8 y los 9 puntos. Hay, no obstante, un 10% de votantes que no se ha decidido aún y que lo hará durante la campaña. Hace cuatro años las encuestas no sirvieron para mucho, este año podría repetirse el fiasco o no, eso no se sabrá hasta que se hayan escrutado todos los votos.
Trump, que se las veía muy felices hace sólo cuatro meses, se encuentra ahora con dos problemas entrelazados: la crisis económica derivada de la pandemia y las manifestaciones del mes pasado que todavía colean. Lo segundo puede ponerlo a su favor, lo primero no tanto. Para Biden, en cambio, todas estas turbulencias son buenas noticias. No es el mejor candidato, pero ha llegado en el mejor momento.
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