Europa se rearma

Este lunes el Alto Representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, anunció la denominada “brújula estratégica”, una iniciativa que pone la primera piedra para una fuerza armada europea común. Hasta la fecha la Unión Europea contaba con el llamado Eurocuerpo, una minúscula fuerza de intervención supeditada a la OTAN. Esta vez quieren ir más lejos. Por primera vez Bruselas dispondrá de una fuerza de despliegue rápido con unos 5.000 efectivos. La idea es que este germen de un ejército europeo esté plenamente disponible en tres años tan pronto como los jefes de Estado y Gobierno de los países miembros den su visto bueno en la cumbre europea que se celebrará esta semana en Bruselas.

Son esos mismos jefes de Estado y Gobierno los que hace dos semanas, poco después de que los rusos invadiesen Ucrania, los que hablaron de invertir más y mejor en defensa, algo a lo que llevaban décadas siendo reacios. En los últimos años se ha observado un ligero aumento en este capítulo, pero en casi todos los casos los gastos en defensa se sitúan por debajo del 2% del PIB, un objetivo que los miembros de la OTAN se habían fijado. Tras la invasión de Ucrania contemplan ahora ese objetivo como un suelo, no como un techo.

El cambio ha venido impulsado por Alemania, cuyo canciller ha adelantado que Alemania cumplirá con ese objetivo desde este mismo año. De entrada, ha destinado 100.000 millones de euros a fortalecer su ejército. En el este de Europa Polonia, que ya cumple con el objetivo de la OTAN, aprobó recientemente una ley que aumenta el gasto en defensa hasta el 3 % del PIB en 2023. Los países de primera línea, Rumania, Letonia y Lituania, han aprobado leyes para aumentar los presupuestos militares.

En el oeste no son tan diligentes. Emmanuel Macron aseguró hace unos días que aumentaría el gasto debido a la guerra en Ucrania, pero se negó a dar cifras concretas. En Italia, Mario Draghi, que se encuentra en plena faena de reestructuración presupuestaria también ha prometido más gasto, pero no ha especificado cuánto. España, por su parte, que dedica un 1% del PIB a sus Fuerzas Armadas, ha prometido alcanzar el 2%, pero no ha dicho cuándo ni cómo lo hará.

Los acuerdos de Versalles, firmados el pasado 11 de marzo por todos los miembros de la Unión Europea, van en esa dirección y rompen con la política imperante hasta la fecha, la de un pacifismo un tanto naif al que la guerra de Ucrania ha puesto fin de golpe. Los europeos parecen decididos a abandonar el “deeply concerned” y abordar las amenazas como adultos.

En La ContraRéplica:

  • La huelga de transportistas
  • Defensa antiaérea
  • El conflicto del Sáhara
  • La pronunciación de «Sáhara»

>>>La ContraHistoria de España. Auge, caída y vuelta a empezar de un país en 28 episodios”

1 Comment

  1. Esos entorno a 1.000-1.500 efectivos a los que te refieres, que están en Estrasburgo, son sólo los efectivos del Cuartel General del Eurocuerpo, más su unidad de apoyo. Es la estructura de mando de un Cuerpo de Ejército, en el que se habrán de integrar, en caso de activación, unidades militares de entidad División (teniendo en cuenta el número de países que lo integran podrían ser, al menos, 3 ó 4 Divisiones), de los Estados que participan del citado Eurocuerpo, con lo que sus efectivos multiplicarían, por unas cuantas veces, los 5.000 efectivos de esa supuesta nueva unidad de intervención inmediata. Además, este Cuartel General (C.G.) del Eurocuerpo es uno de los C.G. de reacción rápida integrados en la estructura de mando de la O.T.A.N., con lo que me parece un gesto de cara a la galería lo de esa posible nueva unidad. El germen de una fuerza militar europea podría ser perfectamente ese Eurocuerpo, es una estructura ya formada y sus miembros ya tienen un saber hacer debido a la experiencia acumulada. Sólo bastaría con voluntad política para dar más entidad a dicha unidad. De hecho, en sus primeros tiempos, el Eurocuerpo, además de su C.G., el Eurocuerpo tenía unidades pre-asignadas de cada uno de los países miembros, en España, la Brigada Extremadura, que era parte de la antigua División Brunete, más parte del Nucleo de Tropas Divisionario de dicha División. Si se quiere, realmente formar una fuerza militar europea, ya se tiene un camino andado con el Eurocuerpo y no aprovecharlo sería un derroche de recursos.

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