Honduras gira a la izquierda

Aunque el recuento aún no ha concluido, la candidata de la coalición de izquierdas Partido Libertad y Refundación, Xiomara Castro, se ha declarado ganadora las elecciones hondureñas celebradas el pasado domingo. Si el escrutinio final le resulta favorable, Castro pondrá fin a doce años de gobiernos del Partido Nacional. Queda aún algo menos de la mitad de los votos por escrutar. Los conteos electorales en Honduras son especialmente lentos y aún se puede demorar el resultado final uno o dos días. Por ahora, con el 52% escrutado Castro lleva la delantera con un 53,4% de los votos, frente al 33,9% de Nasry Asfura, alcalde de Tegucigalpa y candidato del partido del Gobierno, el Nacional. Asfura, que lo tiene francamente difícil, ha pedido que se respete el recuento y no se pronunciará antes de que haya concluido.

Con una diferencia semejante Castro ya se da por ganadora y se ve como futura presidenta. En un discurso transmitido por televisión y las redes sociales, ha prometido que su gobierno luchará por la «reconciliación nacional» y acabará «con la corrupción y el narcotráfico», dos de los asuntos que han protagonizado las elecciones. La victoria de Castro se debe a que ha unificado la oposición al presidente Juan Orlando Hernández, salpicado por sucesivos escándalos y a quien acusaban de autoritarismo y de haber perpetrado un fraude electoral en las elecciones anteriores. El actual presidente podría estar buscando formas de protegerse de un posible proceso judicial en Estados Unidos por narcotráfico.

Xiomara Castro no es una recién llegada, en calidad de esposa de Manuel Zelaya, presidente depuesto por un golpe de Estado en 2009, ya fue primera dama de Honduras durante tres años y medio. De llegar a la presidencia queda en el aire la incógnita de si Honduras volverá a desestabilizarse políticamente como lo hizo en aquel entonces. Han cambiado mucho las cosas desde 2009 en el panorama hispanoamericano, pero los problemas de Honduras siguen siendo los mismos: la pobreza, la inseguridad y la corrupción azuzada por el intenso narcotráfico que pasa por el país camino de Estados Unidos. Y es allí mismo, en Estados Unidos, donde se mira de reojo al nuevo Gobierno. En Washington no es tanto el narcotráfico lo que les preocupa, sino la inmigración ilegal. Si este pequeño país centroamericano entra en crisis la primera en notarlo será la frontera entre México y Estados Unidos.

En La ContraRéplica:

  • Vacunación en las empresas
  • Discriminación de los no vacunados
  • Aumento en el uso de mascarillas

>>>La ContraHistoria de España. Auge, caída y vuelta a empezar de un país en 28 episodios

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