Según el Forbes SportsMoney Index estos son los diez deportistas mejor pagados del planeta en 2017. Entre los 10 se embolsan la friolera de 506 millones de dólares (442 millones de euros) cada año. Entiendo que producirán muchos más, luego el salario y los complementos publicitarios que perciben son justos, es decir, se los pagan con creces.
Además de la cantidad, ya mareante de por sí, hay un par de hechos destacables en este listado que van más allá de lo meramente deportivo y lo meramente económico. El primero es el del tipo de deporte que demanda el aficionado. Solo tres suben al podio de los mejor pagados. El fútbol, el fútbol americano y el baloncesto NBA. Del décimo puesto para abajo empiezan a aparecer los primeros beisbolistas o peloteros, que es como los llaman en los países caribeños. Más abajo están los tenistas, los pilotos de Fórmula 1, los golfistas y los jugadores de hockey, que es un deporte marginal en Europa pero que en Estados Unidos levanta pasiones, especialmente en los Estados septentrionales.
La segunda es más llamativa aún. Solo dos países cuentan con deportistas en el Top 10: Estados Unidos y España. Podríamos incluso afinar más. Los diez mejor pagados están en solo siete ciudades (Madrid, Barcelona, Nueva York, Chicago, Oakland, Nueva Orleans e Indianápolis). Que EEUU, primera economía mundial, tenga a los deportistas mejor pagados del planeta es lo normal, lo esperable. También los ejecutivos que más ganan en casi cualquier industria trabajan allí. Lo que es cuando menos llamativo es que 4 de los 10 deportistas mejor pagados estén en España, en concreto en dos equipos: el Madrid y el Barça. España es la decimotercera economía del mundo según el Banco Mundial, algo más grande que la de Australia pero más pequeña que la de Canadá. Su tamaño en principio no lo justifica, pero ahí está.
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