¿Era médico el Che Guevara?

Hacía todavía un frío húmedo, invernal, en Buenos Aires cuando Ernesto volvió de su largo periplo por Sudamérica. Viniendo como venía de la cálida Venezuela el regreso debió ser para él aun más traumático. Muchas vivencias compartidas con su amigo Alberto, muchas noches durmiendo al raso bajo una cúpula de estrellas en mitad de ningún sitio, mucha gente nueva, muchas caras y culturas diferentes en sólo nueve meses. A cualquier estudiante de veinticuatro años un viaje como el que hizo Ernesto Guevara lo hubiese dejado con la onda cambiada.

Pero en Buenos Aires no sólo le esperaba su familia. Sus padres que, para variar, estaban de nuevo reñidos, sus hermanos pequeños y algunas de las amistades que había hecho en la capital eran secundarios. El objetivo de ese regreso tan precipitado era terminar la carrera. Graduarse como médico para estar de vuelta en Venezuela lo antes posible. Allí le esperaba Alberto y un empleo en el mismo Instituto sanitario donde éste trabajaba. “[…] Volvé a Buenos Aires, te ponés a estudiar a todo trapo y cuando te gradúes volvés, y mientras tanto yo te consigo un buen lugar para que trabajes […]” le había dicho su buen amigo antes de despedirse de él en Caracas.

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El problema era que a Ernesto no le gustaba estudiar. Apenas había asistido a clase en los cuatro años de carrera. Tampoco era muy amigo de encerrarse en casa o en la biblioteca de la facultad a echar las horas muertas entre tomos y tomos de materias tales como Microbiología o Clínica Otorrinolaringológica. En cambio, durante su viaje había dado muestras sobradas de tener una facilidad pasmosa para el teatro y el disimulo, que son cualidades útiles para muchos oficios, pero no para el de la medicina.

Había recorrido cinco países de Hispanoamérica con el cuento de que era un experto en leprología y, curiosamente, se lo había tragado casi todo el mundo. Probablemente la primera lección que sacó de esa experiencia vivida en primera persona es que lo importante, a fin de cuentas, no es la esencia de las cosas sino la apariencia. Que más daba si eran o no médicos especializados en leprosos, con fingir un poco ponerse una bata blanca y adoptar una pose adusta bastaba para dar el pego y ganarse un mejor trato.

En agosto de 1952 tenía Ernesto pendiente una parte considerable de la carrera y muy pocos meses para, conforme a su plan, terminarla. En su contra jugaba el hecho de haber pasado fuera de Argentina casi nueve meses, en los que no consta que llevase un solo libro de texto ni que se detuviese en alguna universidad chilena o peruana a dedicar algo de tiempo al estudio.

Pero, como no era cosa de mirar al pasado sino al futuro, se puso a estudiar, tal y como le había dicho Granado, a todo trapo. En dos meses ya había superado cuatro asignaturas. Aquello era sólo el aperitivo. En diciembre, en apenas veintidós días lectivos el futuro guerrillero se ventiló once materias. Inició el año 1953 con un auténtico récord, pero aún le quedaba una asignatura, Clínica Neurológica, por aprobar. Cosa que hizo en abril de ese año. El 12 de junio la Universidad de Buenos Aires emitió el diploma de licenciatura para Ernesto Guevara de la Serna. Sorprendente. En nueve meses había sacado la mitad de unos estudios que precisaban cinco años para completarse. Además, y por si esto fuera poco, encontró hasta el tiempo, según el guevarófilo Horacio Daniel Rodríguez, de realizar unos estudios de especialización en alergia.

Portentoso el joven rosarino. Ni un niño superdotado de esos que acceden a Oxford con doce años lo hubiese hecho tan rápido. Portentoso sería si no quedasen en estos últimos meses de 1952 y primeros de 1953 tantos cabos sueltos.

El historiador cubano Enrique Ros realizó hace ya casi dos décadas una detallada investigación sobre el cuestionable título universitario del Che. Sus conclusiones, hasta la fecha no rebatidas por nadie, fueron reveladoras. Ros se puso en contacto con la Universidad de Buenos Aires para solicitar a su Rectorado los requisitos para graduarse en Medicina exigidos por aquella institución en los años 1952 y 1953. Y ahí empezaron las sorpresas.

Hemos visto con anterioridad que Ernesto Guevara obtuvo el diploma de licenciatura el 12 de junio de 1953, es decir, menos de tres meses después de librar su último examen. Pues bien, esto es simplemente imposible, porque conforme a las normas de la Universidad de Buenos Aires de entonces, para conseguir la preciada titulación era necesario lo siguiente:

“Artículo 13 – Después de haber aprobado el examen de Clínica Médica, los alumnos completarán sus conocimientos prácticos durante un año, para lo cual concurrirán, obligatoriamente, durante tres meses a un servicio de Clínica Médica, tres meses a Clínica Quirúrgica, tres meses a Cirugía de Urgencia y Traumatología y tres meses a Clínica Obstétrica, con un mínimo de veinticuatro horas semanales”
(Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina – Expediente U-5.113/50)

Guevara aprobó Clínica Médica en diciembre de 1952 en el maratón de once asignaturas que corrió durante aquellos veintidós días de furia examinadora. Conforme al reglamento de la propia universidad Guevara debiera haber cursado un servicio de tres meses en cada una de las materias arriba reseñadas. Y no lo hizo, simplemente porque a esas alturas ya se encontraba fuera del país.
Pero la cosa no se queda aquí. Hay más anomalías desveladas por Enrique Ros.

“Artículo 8 – Para rendir examen de Clínica Quirúrgica es necesario tener aprobadas todas la materias […] excepto Clínica Médica”
(Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina – Expediente U-5.113/50)

Ernesto aprobó Clínica Quirúrgica en diciembre de 1952 pero le faltaba aun por rendir examen de Clínica Neurológica, algo que no haría hasta cuatro meses después. Por lo tanto es difícil que con la resolución de la facultad en la mano Guevara pudiese presentarse al ese examen de Clínica Quirúrgica en diciembre de 1952.

Por si al lector le queda alguna duda he aquí otra de las irregularidades de su expediente:

“Artículo 9 – Para rendir examen de Clínica Médica es necesario tener aprobadas todas las materias del presente Plan de Estudios.”
Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina – Expediente U-5.113/50

¿Cómo es posible que Ernesto Guevara de la Serna se presentase a Clínica Médica en diciembre de 1952 si aun le quedaban algunas asignaturas por aprobar? Misterio. Tal vez nunca lo hizo.

Pero el artículo definitivo que invalida, al menos sobre el papel, la obtención del título en junio de 1953 es el número quince:

“Artículo 15 – Terminado este periodo (de un año concurriendo obligatoriamente a clases prácticas) documentado con los certificados pertinentes, la Facultad le otorgará el título de Médico”
(Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina – Expediente U-5.113/50)

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¿Acudió Guevara los doce meses preceptivos a clases prácticas para conseguir el título? Parece que no, pues en julio de 1953 abandonó el país para iniciar su segundo y definitivo viaje por América.

Ante tales evidencias Enrique Ros se dirigió de nuevo a la Universidad de Buenos Aires, a la Secretaria de Asuntos Académicos concretamente. Desde allí le informaron que a Ernesto Guevara de la Serna no se le aplicó el Plan de Estudios de 1950, cuyo articulado es el que había seguido Enrique Ros. Ernesto se había matriculado en 1948, en el mes de noviembre, por lo que a él se le aplicaba el Plan de Estudios de la Escuela de Medicina aprobado en 1937.

Enrique Ros no se dio por vencido en su búsqueda de la verdad sobre este misterioso asunto y solicitó a la Dirección General de Planes de Estudios de la Universidad de Buenos Aires una copia del citado Plan del 37. Para sorpresa del investigador los criterios de este plan eran muy similares a los del aprobado en 1950. Pero además, rebuscando en el articulado del mismo, Ros descubrió que el artículo 17 del Plan de Estudios de 1950 dejaba bien claro que cualquier plan anterior quedaba sin efecto y se adaptaba a éste último.

Para evitar más elucubraciones Enrique Ros optó por la vía más directa. Solicitó formalmente una copia del expediente académico de Ernesto Guevara de la Serna. La Facultad de Medicina se excusó diciendo que el expediente no existía. Lo habían robado. Partiendo del hecho de que cuando Ros efectuó esta investigación el Che ya había ascendido al Olimpo de los dioses posmodernos, esta eventualidad era perfectamente factible. Dudo mucho que los archiveros de la Facultad de Medicina de la UBA guarden los expedientes de hace cincuenta años bajo siete llaves, por lo que es sensato pensar que algún admirador del Guerrillero Heroico lo haya sustraído en algún momento de las últimas cinco décadas.

Pero, si lo ha hecho, ¿con qué objeto?, ¿con el de esconderlo para que nadie lo vea? Si es así, lo más elemental es pensar que algún pecado traería ese expediente para ponerlo a buen recaudo. De lo contrario, el diploma llevaría ya muchos años expuesto en sitial de honor en el Museo Nacional Che Guevara de Santa Clara, en Cuba. Pero no, allí no hay ningún diploma de medicina.

Concluyendo, lo más probable es que Ernesto Guevara nunca terminase la carrera. Seguramente se presentó a algún examen tras su regreso en agosto de 1952. Es posible hasta que aprobase alguno de ellos. Pero, utilizando la lógica como guía, nada invita a pensar que terminase graduándose tal y como le había recomendado encarecidamente Alberto Granado, su amigo y compañero de fatigas. Esto nos lleva irremediablemente al argumento de partida. Más vale la apariencia que la esencia. ¿Para qué aprobar?, ¿para qué esforzarse si lo importante es lo que los demás crean?

Que Guevara fuese o no médico titulado en nada cambia el curso de su historia personal, pues sólo ocasionalmente ejerció como tal. Es famosa la anécdota de cuando se encontró, recién desembarcado en Cuba, entre una caja de medicinas y un fusil eligió sin dudarlo éste último. Por añadidura, el mundo está lleno de profesionales de todas las ramas del saber que nunca terminaron sus estudios universitarios, y no por ello han dejado de brillar en una u otra disciplina, con frecuencia mucho más que los titulados en la misma.

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Los títulos universitarios no garantizan la sabiduría, ni la profesionalidad ni mucho menos son marchamo de éxito personal. Entonces, ¿por qué mentir durante quince años sobre un título de médico cuya obtención presenta tantas sombras a la luz de la más simple de las investigaciones? O, reformulando la pregunta, ¿por qué la mayoría de biógrafos del Che perpetúan este estúpido mito?, ¿acaso pecan ellos de la obsesión por los títulos y las licencias tan propia de la burguesía que detestan?

Repasemos parte de la literatura guevarológica en este particular. Especialistas más o menos serios como Jorge G. Castañeda apenas dedica un par de párrafos a los meses en los que “terminó” la carrera, y, por supuesto, da por hecho que en este tiempo se dedicó a trabajar como alergólogo en el laboratorio del Doctor Pisani. Eso sí, solo unas líneas antes, Castañeda remarca que durante esta época Ernesto entregaba al estudio unas catorce horas diarias para acometer tantos exámenes en tan corto periodo de tiempo. Ante semejante disparate solo cabe preguntar, ¿cuándo dormía?

Pacho O’Donnell le dedica algo más de espacio pero no resuelve gran cosa. Afirma que Ernesto aprobó las asignaturas “mezclando estudio intenso con audacia y simpático desparpajo en las mesas examinadoras”. Tal vez el bullanguero Ernestito contaba chistes a los profesores para dar el cambiazo y llevarse el aprobado de matute. Bromas aparte, lo extraordinario del asunto es que el mismo O’Donnell estudió Medicina en la misma época, por lo que no deja precisamente en buen lugar a la Universidad de Buenos Aires y a su propia formación académica.

Paco Ignacio Taibo II en su “Ernesto Guevara, también conocido como el Che”, auténtica biblia de la guevarología, remata el asunto en una línea y se saca de la manga una conversación de Guevara padre con Guevara hijo, en la que el último le dice al primero por teléfono:

“ – Habla el doctor Guevara”

Conmovedor.

Isidoro Calzada, eximio guevarólogo, en su monumental “Che Guevara” despacha el tema en, exactamente, cuatro líneas. Dando por hecho que recibió el título el día uno de junio y no el doce como años más tarde aseguraría su padre Guevara Lynch. Calzada, siempre único, remata la faena con la mención a una presunta tesis de licenciatura sobre alergología. Nos gustaría saber dónde está esa tesis y qué tema específico trata, porque la alergología es disciplina amplia. Si alguien la encuentra que lo haga público porque con toda certeza hacen un hueco a la tesis en el museo Che Guevara de Santa Clara o en el de Alta Gracia.

Extracto de «Vida y mentira de Ernesto Che Guevara» disponible aquí en papel y versión Kindle

diazvillanueva.com por correo electrónico

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21 Comments

  1. Gracias por tan ameno artículo, además de clarificador en gran suma. Aprecio y valoro su gesto al compartirlo y colocarlo a disposición. Saludo afectuoso.

    • DÓNDE ESTÁN LOS CERTIFICADOS FIRMADOS DE QUE FUE ASÍ…. LO HACEN PASAR COMO UN HÉROE, PERO MATO A 1700 PERSONAS CON SUS MANOS POR SER GAYS O PENSAR DISTINTO. EN BOLIVIA CUENTAN QUE LLORABA SIN PARAR Y LES OFRECÍA TODO PARA QUE NO LO MATEN.
      EL HIJO DEL CHE ES MILLONARIO (CAPITALISTA)
      EL HIJO DE FIDEL ES MILLONARIO (CAPITALISTA)
      LA HIJA DE FIDEL ES MILLONARIA (CAPITALISTA)

      EN RESUMEN, COMUNISMO PARA EL PUEBLO, CAPITALISMO PARA EL POLÍTICO.

      • Interesante Nico. También sería útil tu fundamento de lo afirmado ahí. Las campanas encontradas, sin fundamentar ninguna, solo son pérdida de tiempo.

  2. ME PARECE MUY BIEN ESTE PEQUEÑO TEXTO SOBRE ALGUIEN QUE LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS HAN PRETENDIDO MITIFICAR, SIN CONOCER LA REALIDAD; ASÍ SE HAN ELABORADO GRANDES MITOS SOBRE PERSONAS QUE SE HAN ENCARGADO DE ELABORAR GRANDES MENTIRAS E INCLUSO HE LEÍDO ESCRITOS DE GENTE QUE ESTUVO A SU LADO EN EL CAMPO DE » BATALLA » Y ELLOS MISMOS DECLARAN QUE TAMPOCO ERA UN BUEN ESTRATEGA EN LA GUERRA ( NO SOLO ES MATAR A DIESTRA Y SINIESTRA A LA GENTE Y MALTRATAR A TUS SUBALTERNOS LO QUE TE HACE GRANDE ).

  3. Era un patanazo como su amigo Fidel y toda esa caterva de comunistas enamorados del poder.

  4. Lo que empieza mal sigue mal. Niño mimado al que no se le enseña a trabajar duro ni educación económica, mal estudiante, se acostumbra a mentir y se convierte en un hombre de acción sectario, que instala una dictadura comunista. La personalidad del Che resulta coherente y si no hubiera millones de personas viviendo en la miseria y cientos de asesinados daría pena.

  5. «…el mundo está lleno de profesionales de todas las ramas del saber que nunca terminaron sus estudios universitarios, y no por ello han dejado de brillar en una u otra disciplina, con frecuencia mucho más que los titulados en la misma». SIC.
    ¿Y esto?.
    Solo son profesionales todos aquellos que terminaron sus estudios. Los demás, brillen o no, solo son unos farsantes. Con aquel criterio, las universidades estarían de más, total «más vale la apariencia que la esencia»… ¿Verdad?

  6. No por defender a Ernesto pero existe un diploma de enfermero avanzado el cual lo presenta su padre. Quien dice verdad o mentira es cuestión de mejor investigación y no decir a boca llena, no es verdad esto o lo otro.

  7. Miren señores, también decían lo mismo de la delincuente K y terminó siendo abogada nomás. Además, son tan improvisados que hablan de Ignacio Taibo II cuando quién reproduce la célebre expersión telefónica «Habla el Dr. Ernesto Guevara» es su padre en «Mi hijo el Che».
    ¿De dónde sacan que no existe el título analítico del Che? Está a dosposición de quien lo solicite en la Facultad de Medicina de la UBA, firmado el 11 de abril de 1953 por el Dr. Jorge A. Taniana, decano d ela casaa de estudios. Está también su carnet, su título, todo.
    Están su carnet médico expedido por el Ministerio de Salud Pública de la Nación el 24 de junio de 1953 con el número 14.703 firmado por Pablo N. G. Repetto, director general de Asuntos Profesionales de aquella dependencia CINCO AÑOS ANTES DE QUE EL CHE SE HICIESE CONOCIDO. Allí dice claramente MEDICO matriculado. Que el mentiroso Enrique Ros vaya al ministerio y chequee estos dátos.
    ¿De dónde sacan todas estas afirmaciones? ¿Le creen a un tipo que escribe a 10.000 kms de distancia? ¿Quién es Enrique Ros, existe realmente o es otro invento de los cubanos de Miami?
    Por si desean consultar el título médico de Guevara, aquí les dejo mi sitio donde lo reproduzco, lo mismo su carnet médico:
    https://elrastrodelinvasorelche.blogspot.com/2014/08/blog-post_915.html

    Conmovedor lo suyo, realmente.

    • Mi tío, el cual estudió la especialidad de alergología en el hospital de la Cd. de México, siempre comentaba, que el Che era alergólogo en dicho hospital. Mi tío era 3 años más joven que el Che.

    • En cuba nunca se dedicó a la medicina. Lo suyo fue el fusilamiento contradiciendo su juramento hipocrático. Firmar billetes cubanos que no sirven para nada. Un arquitecto en La Habana me ofreció un billete con la cara del Che de 2 pesos y como no me interesó, me pidió un poco de dinero para alimentar a su familia. Estábamos en la av. 23 a una cuadra de la heladería Coppelia y el cine Yara, a metros paraban las guagas Yutong chinas. Por supuesto que le di Cucs, los pesos convertibles que sí sirven. Después el Che se sacó fotos un día que estuvo en la zafra por pura propaganda. Nunca más apareció por ahí. Lo suyo eran las aventuras políticas en África llevando a la muerte a miles de kilómetros de su país a jóvenes cubanos, en Angola y otros países. Vietnam a la cubana. Más adelante sería Bolivia y Fidel muy feliz por sacárselo de encima. Como buen médico fumaba tremendos habanos que perjudicaban sus pulmones colapsados por el asma. Chabón bravo!!

  8. A ver, por favor, expliquen cuál sería el sentido de todo esto. ¿El Che, convertido en uno de los máximos líderes revolucionarios del siglo tratando de fraguar un título al que nunca le dio importancia? ¿una profesión que nunca ejerció? ¿Cuándo se habría puesto en marcha toda esta trama, con que objeto? Porque la documentación existente data de 1953, ¿leyeron bien? 1953 es decir, de mucho antes de que el Che se hiciese famoso.
    ¿Como fue la cosa? ¿En 1947, cuando el Che Guevara se inscribió en Medicina dijo: «No me voy a recibir. Voy a dar unas pocas materias, despues me voy, me convierto en líder de una revolución que todavía no existe y digo al mundo que soy medico»?
    Lo de esta gente es irrisorio señores, insólito. Son imbéciles conspiranoicos que intentan variar la historia a su conveniencia. «Como Castro es un maldito tirano, el Che Guevara no era medico». Son ridículos. Si hubieran dicho que el Che se recibió después de la Revolución este culebrón tendría algo más de sentido, PERO YA ERA MÉDICO EN 1953.
    Así quedaron los conspiradores cuando se pasaron años diciendo que la delincuente K no era abogada y no solamente que su título apareció sino que el juez Bonadío la sobreseyó ante las pruebas que le presentaron. BONADIO, no Oyarbide o Zaffaroni o Casanello.
    No hagan más el ridículo. Yo soy anticomunista y católico practicante, pero no apoyo la mentira ni la farsa.

  9. Curse medicina en la UBA de ahí me recibi y cuando lei en nueve meses hizo todo el biomedico…..jajajajajaja reverendo hdp como Cristina Kirchner…..todas las otras pruebas dejenla aparte solo hacer el biomedico en ese tiempo es imposible…además los tp son obligatorios, los teoricos no. pero los tp si toman lista no los podes hacer a distancia

    • ¿¿¿De qué te asombras Juanchito???, ¿¿¿De una universidad donde médicos e ingenieros se reciben con 4 (cuatro)???,¿donde a los titulares de cátedra no los ves ni pintados en toda la carrera, y si los ves es para que te den una clase cada 6 meses frente a 300 tipos en un aula para 60??? donde las clases las dan tipos recién recibidos o ayudantes de cátedra; donde todos estudian con fotocopias??? ¿¿Un país donde un médico se recibe (te repito con 4) y después no lo examinan más en la p… vida? Tomátelas payaso anda a jugar al león de la derecha a otro lado. Si alguien va a fraguar un título lo hace bien, no mostrando que metió todo el biomédico en 9 meses!!! Estás en la Argentina, no en USA, Canadá o Suecia, infeliz.

      • Alberto, vos crees que de la UBA no salieron buenos médicos ?, Hay médicos argentinos en todo el mundo considerados de buena formación. No hay que ningunear y generalizar.
        Saludos

  10. alberto manfredi sos una caca más de los tantos que hay acá en Argentina dando vueltas, pedazo de cabeza de termo

  11. En realidad lo del Che es nimio, por Argentina no hizo nada, anduvo boludeando por ahí, en caso de hdp me quedo con «Adolf».

  12. NO IMPORTA DONDE SE NACE IMPORTA DONDE SE LUCHA REVISEN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD PAIS POR PAIS Y LA GRAN MALLORIA DE LOS LIDERES Y PRESIDENTES Y REYES Y PRIMEROS MINISTROS SON DE POCO ESTUDIOS NI EL BACHILLERATO TERMINARON PERO VIENE DE FAMILIAR SOLVENTES Y DE POLITICA Y SE COLARON Y EN TODAS PARATES SE CUECEN CALDOS TRIFACICOS DE CARNE,POLLO Y PESCADO . SI SE HABLA BIEN Y MAL DE JESUCRISTO EXAGERADAMENTE POSITIVAMENTE Y NEGATIVAMENTE, A GRANDES CRITICAS GRANDES SOLUCIONES . EN TODOS LOS PAISES EXISTE UNA ELITE QUE MANDA Y EXPLOTA A LA MALLORIA Y LA SOCIEDAD LO PERMITE Y LO CONSIDERA PERFECTO Y TODO SE HACE NOMBRE DE DIOS . YA VASTA DE QUE TODOS NOS HACEMOS PENDEJOS. OK, CHEQUEN EL CONSUMO DE LAS DROGAS QUE ES LO QUE GENERA MAS DINERO EN EL MUNDO .EL DEPORTE EL MUNDO DEL EXPECTACULO LA ECONOMIA Y LA POLITICA Y LAS BOLSA MUNDIALES ACUÑADA CON LA COCA CRIMINAL . EXISTE NARCO MENUDEO PORQUE EXISTE NARCO MAYOREO . EL NARCO MENUDEO MATA AL POR MAYOR. YA BASTA DE APAPACHAR CABRONES Y CABRONAS . EL MUNDO DE CABEZAS POR ESTAR REALIZANDO TANTA ESTUPIDEZ Y PENDEJADA . VIVA LA VIDA LAS BUENAS COSTUBRES Y LOS VALORES SOCIALES Y LA UNIO FAMILIAR Y EL RESPETO POR LOS NIÑOS LOS ANCIANOS Y A LA ECOLOGIA. DAR GRACIAS A DIOS CADA DIA POR EL DIA VIVIDO . REFLEXIONEMOS . OK /SOY MEDICO DE VERDAD Y NO JODEDERAS . CON JURAMENTO HIPOCRATICO Y CERTIFICADO

  13. Es totalmente falsa la afirmación del autor del artículo de que en el Memorial Al Che Guevara en la Ciudad de Santa Clara no hay expuesto ningún diploma de graduación de médico de Ernesto Guevara de la Serna. Si existe el diploma expuesto en el memorial, yo lo he visto personalmente.

1 Trackback / Pingback

  1. El Che Guevara no era médico otro gran fraude de la Revolución cubana.

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