El hijo mayor de Gustavo Petro, Nicolás Petro, fue arrestado este sábado a instancias de la Fiscalía colombiana tras ser acusado de blanqueo de capitales y enriquecimiento ilícito. Junto a él también fue detenida y puesta a disposición judicial Day Vásquez, ex esposa de Nicolás Petro por idénticos delitos más el de violación de datos personales. La noticia tuvo impacto internacional inmediato y desató un terremoto político en Colombia, donde Gustavo Petro, que apenas lleva un año en la presidencia, está muy cuestionado por parte de la oposición. Para el presidente la detención de su hijo supone un inconveniente y le coloca contra las cuerdas, más aún en un caso de corrupción habida cuenta de que Petro se ha erigido como el azote de los corruptos.
Antes de que se empezasen a hacer cábalas sobre la relación que pudiese el mandatario tener con su hijo, Petro se apresuró a informar por su cuenta del evento. Utilizó, como viene siendo habitual, su cuenta personal de Twitter para emitir un comentario que decía: “Han sido capturados por la fiscalía mi hijo Nicolás y su ex esposa Days. Como persona y padre me duele mucho tanta autodestrucción y el que uno de mis hijos pase por la cárcel; como presidente de la República aseguro que la fiscalía tenga todas las garantías de mi parte para proceder de acuerdo a la ley. A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores. Como afirmé ante el fiscal general no intervendré ni presionaré sus decisiones; que el derecho guie libremente el proceso».
La investigación que ha culminado con estas dos detenciones dio comienzo hace varios meses a raíz de unas declaraciones de Day Vásquez en las que acusaba a Nicolás Petro de recibir dinero del narcotráfico para financiar la campaña de 2022 y que, supuestamente, se había quedado. Aquello provocó un escándalo en Colombia, por lo que el presidente solicitó a la Fiscalía que investigase a su hijo para determinar si lo que decía Vásquez era cierto o no. A la luz de lo acontecido, parece que Margarita Cabello, la fiscal general de la República, si ha encontrado indicios
Nicolás Petro es, aparte de hijo de su padre, político en ejercicio. Actualmente ocupa un escaño de diputado en el departamento de Atlántico tras haber intentado infructuosamente hace unos años hacerse con el cargo de gobernador. Fue entonces cuando se encontró con los primeros problemas legales. El año pasado el Consejo Nacional Electoral le sancionó por posibles irregularidades durante la campaña electoral en aquel departamento durante las elecciones de 2018. Fue condenado al pago de una multa de 15 millones de pesos, unos 3.500 euros al cambio.
Gustavo Petro y su hijo están alineados políticamente, aunque su relación no es del todo fluida. La carrera política de Nicolás ha dependido siempre de su apellido paterno, algo que le ha abierto muchas puertas, pero que también le ha granjeado poderosos enemigos, los mismos que ahora se alegran de que se encuentre en apuros judiciales. Esto podría suponer el fin de su carrera y afecta directamente a la de su padre, de ahí que el presidente se muestre tan cooperativo con la Justicia. Le quedan aún tres años de mandato por delante y lo último que quiere ver comprometida es su credibilidad.
Para abordar este tema que tiene a Colombia conmocionada visita hoy La ContraCrónica Orquídea Caballero, una analista colombiana, que ya nos ha acompañado en otras ocasiones para examinar más cerca lo que ocurre en aquel país.
Tiene datos cruzados y la invitada generó mas ambigüedad.
Fiscal, Francisco Barbosa, un actor político de la derecha Uribista, dudosa legitimidad.
Procuradora, Margarita Cabello otro actor político de la derecha del norte del país, actúa sobre funcionarios públicos, actuaciones sesgadas para intervenir en administraciones en todos los niveles.