Popular, bombazo con retardo

El Banco Popular está protagonizando la crisis bancaria del año. Una crisis anunciada con mucho tiempo de antelación y que hunde sus raíces en la burbuja inmobiliaria y en las pésimas inversiones que muchas entidades realizaron entonces. El Popular ha aguantado casi una década desde el estallido de la burbuja pero ya no puede más. Solo le queda ampliar capital, venderse a otro banco dispuesto a digerir los activos inmobiliarios o pedir el rescate. Una historia que nos resulta muy familiar.

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1 Comment

  1. Invertir deuda en vez de ahorro como palanca de prosperidad y hacerlo en productos de alta rentabilidad y riesgo, puede llevar a la quiebra a cualquiera, no obligatoriamente pero, desde luego, sin ningún asombro. Con un balance que tiene un agujero inmobiliario del que se desconoce su cantidad exacta pero no su gravedad, y con unos litigios judiciales que pudieran suponer nuevas y cuantiosas pérdidas, el Popular es un regalito que hace un sospechosísimo tic-tac. Quién asumirá el riesgo y cómo le saldrá la jugada, son preguntas incómodas tras lo vivido por los bancos fusionados y los tributarios rescatadores.
    Un cordial saludo.

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