La semana pasada el caucus del Partido Demócrata se puso al rojo vivo. Durante una reunión a puerta cerrada, Nancy Pelosi, una histórica del partido y actual presidenta de la Cámara de Representantes, se despachó a gusto contra las nuevas diputadas como Alexandria Ocasio-Cortez, Ihlman Omar o Rashida Tlaib, que entraron en las elecciones de noviembre y que están dando mucho que hablar.
Pelosi, un diplodocus de la política estadounidense que lleva 32 años en la Cámara y 45 en las filas demócratas, rara vez ataca de frente. Pero esta vez lo hizo después de haber hecho lo propio en una entrevista para el New York Times. «El escuadrón», que es como han bautizado a este grupo de diputadas radicales, ha colmado su paciencia. Las nuevas no sólo airean asuntos confidenciales por las redes sociales, sino que han imprimido un violento giro a la izquierda al discurso del partido.
Estamos ante un choque generacional similar al ocurrido a finales de los años 60, pero Pelosi, a diferencia de Ocasio-Cortez, tiene memoria y conoce el coste en votos que esto podría tener. Las elecciones de 2020 se acercan y Pelosi no quiere tener que lamentar un fracaso como el de hace tres años.
Los oyentes traen:
- Traficantes con conciencia ecológica
- Bitcoin, oro y moneda fiduciaria
- Examen para los políticos
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