
Se han abierto esta semana en en las ciudades de Tokio y Osaka los primeros centros de vacunación masiva contra la covid-19. El Gobierno, presidido por Yoshihide Suga, trata de acelerar de acelerar la campaña de vacunación cuando sólo quedan dos meses para el comienzo de los Juegos Olímpicos, unos Juegos que debieron celebrarse el año pasado pero que fueron aplazados por la pandemia.
La vacunación en Japón va muy lenta. Sólo el 5% de la población ha recibido la primera dosis frente al 50% de EEUU o al 35% de la Unión Europea. Es algo tan urgente que los centros de vacunación están administrados por el ejército y permanecerán abiertos ininterrumpidamente doce horas diarias durante tres meses. En Japón se administrará la vacuna desarrollada por la farmacéutica estadounidense Moderna, cuyo uso fue aprobado de emergencia hace sólo una semana. El Gobierno pretende tener vacunados a todos los mayores de 65 años para la última semana de julio, pero Japón es un país muy poblado por lo que muchos dudan que se consiga ese objetivo en tan poco tiempo.
La lentitud en la vacunación y una cuarta ola que ha sido la más dura de todas y que está poco a poco empezando a remitir ha generado preocupación dentro y fuera de Japón. El Comité Olímpico Internacional confía en que, para el día de la inauguración, el 23 de julio, una parte considerable de la población esté ya vacunada. Se espera que un total de 205 países y más de 11.000 atletas acudan a Tokio a los que habrá que sumar numerosas comitivas. El Gobierno de Suga no ha decidido aún si podrá asistir público y pretende mantener aislada a la población de las competiciones, lo que dará a estos juegos un aire muy distópico.
En La ContraRéplica:
- La Ley «rider«
- El plan 2050 y el transporte aéreo
- Izquierda y derecha en Hispanoamérica
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