¿Adiós al petrodólar?

China acaba de lanzar el primer contrato de futuros de petróleo denominado en yuanes, su moneda nacional. Es un hecho destacable por dos motivos: el primero por su denominación y el segundo porque China se ha convertido ya en el primer importador de crudo del mundo. Si este tipo de futuros funciona China habrá logrado convertir al yuán en una divisa de referencia para fijar el precio de, al menos, una materia prima, en este caso la más importante de todas. Han pasado sólo cuatro días desde que fue lanzado y algunos han echado las campanas al vuelo. Aseguran que este es el principio del fin del dólar como activo de reserva internacional y, por ende, de la hegemonía estadounidense. Quizá no sea para tanto y estén vendiendo la piel de oso antes de cazarlo, pero el tema tiene mucha enjundia y traerá consecuencias.

Un futuro es un derivado financiero en el que se acuerda la compraventa de un bien determinado, el llamado activo subyacente, en una fecha futura fijando de antemano el precio y el momento de entrega. Son un tipo de contrato tan antiguo como el capitalismo. Aparecieron en Holanda durante la burbuja de los tulipanes de 1636-37. Había tanta demanda de bulbos de tulipán que los granjeros no daban abasto, por lo que empezaron a poner en el mercado los que aún no habían cultivado. Con productos agrícolas o mineros es un tipo de transacción muy común y extendida. El petróleo entra dentro de esta categoría. Es un bien muy solicitado, se está extrayendo continuamente y su precio fluctúa. Su tengo una refinería de petróleo puedo acceder a ese mercado y efectuar hoy la compra del crudo que necesitaré en seis meses a un precio acordado previamente. Esto me permite mitigar el riesgo y la incertidumbre de que los precios vayan a subir. Por eso cuando los futuros de un bien dado se encarecen es que algo malo está pasando en ese mercado.

Son una tecnología financiera fabulosa, pero se negocian en dólares, que es la divisa que rige la cotización de las dos grandes referencias mundiales del petróleo: Brent para Europa y WTI para para EEUU. Hasta hace no demasiados años Europa occidental y EEUU se bebían la mayor parte de la producción de crudo, pero hoy ya no es así, hoy la región Asia-Pacífico consume más petróleo que Europa-EEUU.

Luego lo que está haciendo China es, en primera instancia, crear una referencia regional que fije el precio del petróleo importado y lo haga en yuanes. Esto tendría como consecuencia directa un afianzamiento de la divisa china, que hoy es una enana al lado del dólar, pero no sólo, también de otras divisas como el euro, la libra esterlina o el yen japonés. Aproximadamente el 65% de las reservas en divisa extranjera en todo el mundo son el dólares, un 20% en euros, un 4% en libras, otro 4% en yenes… y sólo un 1% en yuanes. Algo similar sucede con el comercio internacional. Los contratos se cierran mayoritariamente en dólares o euros. Lo de los futuros de petróleo vendría, pues, a introducir una interesante novedad porque China importa mucho crudo, tanto como 9 millones de barriles diarios durante los últimos meses.

Pero esto desafía el esquema de precios dominante en el mercado del crudo, que está basado en el dólar. Que el petróleo se pague en dólares es una gran ventaja para EEUU porque todo el que quiera adquirir petróleo primero tiene que hacerse con dólares. Esto crea una demanda importante para esta divisa en el mercado internacional. Todo el mundo, en definitiva, desea la moneda que la Reserva Federal emite en régimen de monopolio porque la necesita para comprar casi cualquier cosa. De modo que, si en una parte del mundo se abre un mercado en el que puede comprarse y venderse petróleo en otra moneda diferente, el dólar lo notará, es decir, sus tenedores perderán algo de confianza en él. En cuestión de divisas la confianza lo es todo.

Tendrá, además, consecuencias estratégicas. El Gobierno chino lleva años tratando de internacionalizar el yuán para reducir su dependencia del dólar. Emplear tu propia moneda para comprar un producto tan importante como el crudo es una ventaja indudable. Eso, evidentemente, puede jugar en tu contra si tienes una economía centrada en la exportación como es el caso de la china. Si la divisa se aprecia tus exportadores se verán en problemas. Pero el proyecto de Pekín va más lejos. No quiere seguir siendo el mayor productor mundial de baratijas, pretende diversificar su economía, elevarla en la cadena de valor y convertir su moneda en divisa de referencia en Asia. Eso incluye a los países del golfo Pérsico, que cada vez venden menos petróleo a EEUU porque camina hacia la autosuficiencia petrolera.

Lo que habría que preguntarse es si esto supone una amenaza seria para la hegemonía del dólar. Todavía no. EEUU sigue siendo la primera economía del mundo y es un gran productor de crudo. Hay, además, otro elemento importante. Los controles de capitales y el intervencionismo gubernamental es mayor en China que en EEUU. Eso no genera demasiada confianza, y en esto de las divisas como decía más arriba todo es confianza. En el futuro podría cambiar. Si China sigue creciendo por dentro y por fuera y liberalizan su política monetaria el panorama será otro muy distinto. Pero para eso hace falta tiempo.

Más en La ContraCrónica

Ir a descargar

1 Comment

  1. La pretensión china de bailar en el futuro la compra de crudo al son de una cítara guquin en vez de hacerlo al son de la actual pianola de “saloon” parece una decisión cargada de sentido común y de devenir de los acontecimientos, pero resulta que no se trata de apostar por un dinero mercancía sino cambiar la confianza desde una moneda fiduciaria a otra, es decir, desde el dólar, que depende de la confianza en la evolución de la economía estadounidense y en la política de la reserva federal, hacia el yuan, que depende de la confianza en la evolución de la economía china y la política del partido comunista chino y Xi Jinping. Si sobre la economía estadounidense hay datos macroeconómicos fiables y sobre la reserva federal hay la certeza de que va a remolque y sofocando más que proponiendo, sobre la economía china hay los datos que el partido comunista chino diga que hay y sobre Xi Jinping hay la certeza de que hará lo que le convenga cuando le convenga. Lo mismo el petroyuan no está tan cargado de lógica e inevitabilidad.

    Un cordial saludo.

1 Trackback / Pingback

  1. ADIÓS AL PETRODÓLAR O LA VERDAD DETRÁS DE LA ÚLTIMA REUNIÓN DEL G7 – Observatorio de Trabajador@s en lucha

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.