Atardece en Ortegagua

Ayer Nicaragua vivió la quinta jornada de protestas callejeras que hasta el momento se han saldado con al menos 30 muertos y decenas de heridos. entre los fallecidos hay un periodista gráfico que tomaba fotografías de la represión policial. Las manifestaciones comenzaron a raíz de una reforma en el Seguro Social que aumentaba las cotizaciones y rebajaba las pensiones. Pero eso no ha sido más que el disparador. El descontento en Nicaragua ya estaba ahí.

Es un país cooptado por una familia, arrasado por la corrupción y que lleva diez años experimentando con una variante suave del chavismo, Un cóctel necesariamente letal que ha terminado por estallas. Lo ha hecho cuando menos se esperaba. Como siempre suceden estas cosas.

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1 Comment

  1. Cuando las instituciones de un país pasan a ser un clan, desaparecen las herramientas de prosperidad y de armonización social. Es cuestión de tiempo que la miseria y el descontento se manifiesten por desbordamiento y que el clan responda con represión. La miseria y el descontento tienen la hercúlea tarea de derrocar una estructura que cuenta con más orden y con más recursos, y si lo consiguiesen, la titánica tarea de reestablecer unas instituciones laminadas sin caer en la tentación de organizar un nuevo clan. El régimen represor, desenmascarado de democracia, de derechos y de humanidad, tiene fácil desbandar a la oposición hacia el exilio, la cárcel y el hambre, pero perdiendo toda opción de progreso o de respeto. Los muertos y heridos represariados nicaragüenses prolongan el languidecimiento de Ortegagua y acrecientan los padecimientos de Nicaragua.
    Un cordial saludo.

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