
Su nombre de nacimiento era Alí Riza oglu Mustafá es decir Mustafá hijo de Alí, pero todos le conocemos como Mustafá Kemal Atatürk, qué significa literalmente “padre de los turcos”. Nació a finales del siglo XIX, en 1881 concretamente, en la ciudad de Salónica (en la actual Grecia) cuando aún una porción considerable de los Balcanes formaba parte del Imperio Otomano. Fue admitido en la academia militar con 15 años y se convertiría con el correr del tiempo en uno de los héroes otomanos de la Primera Guerra Mundial por su papel en la batalla de Galípoli. Llegada a la paz, que trajo consigo la derrota y desmembración del Imperio Otomano, se convirtió en el hombre fuerte de un país en ruinas que hubo de reconstruir sobre nuevos cimientos. A él se debe la fundación de la República de Turquía tal y como la conocemos.
Puso en marcha un ambicioso programa de reformas políticas, económicas, sociales y culturales que conforman el llamado kemalismom la doctrina política que ha marcado la historia de Turquía del último siglo. Sin las reformas de Atatürk Turquía, un país a caballo entre dos continentes y dos mundos, sería muy distinto a lo que es hoy. Abolió el sultanato y el califato, implantó una República constitucional de carácter secular, adoptó el calendario gregoriano y el alfabeto latino y sustituyó la ley islámica por códigos legales de inspiración occidental. Su obra reformadora fue la más ambiciosa que se ha abordado jamás en un país de mayoría musulmana.
En la Turquía contemporánea es un personaje central, el más importante de todo el siglo XX. Cuenta con un gran mausoleo en Ankara y su efigie es ampliamente reproducida a lo largo y ancho de todo el país. Los turcos son un pueblo antiguo con muchos siglos de historia a sus espaldas, pero Turquía, en cambio, es una República moderna cuya invención corresponde a un solo hombre: Mustafá Kemal Atatürk.
En El ContraSello
- La historia del tabaco
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Bibliografía
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