Mañana se cumplen dos años del referéndum en Cataluña, el famoso 1-O que terminó con Carles Puigdemont huido en Bélgica y casi todo el Gobierno autonómico entre rejas. El asunto, que no despierta ya la atención mediática de antaño, se mantiene vivo e incluso en la última semana ha recuperado las primeras planas gracias a la detención por parte de la Guardia Civil de nueve activistas a quienes el juez acusa de preparar atentados con motivo del segundo aniversario del 1-O.
Todo el independentismo en pleno ha salido en su apoyo, hablan de montaje policial e insisten en que el suyo es un movimiento pacífico. El movimiento quizá, pero estos nueve parece que lo tenían todo listo para que el otoño de 2019 en Cataluña fuese aún más caliente que el de 2017. Con o sin ellos el hecho es que se avecinan dos meses complicados. Por un lado hay elecciones generales el próximo 10 de noviembre, por otro la sentencia del procés está al caer y es muy probable que lo haga en las próximas semanas. Lo que ya no parece tan claro es que puedan organizar una como la de hace dos años.
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