El derrumbe de Thomas Cook

Ayer se declaró en quiebra Thomas Cook, el turoperador más antiguo del mundo y uno de los más grandes. Contaba con una agencia de viajes repartida por varios países, especialmente el Reino Unido y Alemania, una cadena hotelera y una línea aérea con más de cien aviones que volaba bajo las marcas Thomas Cook Airlines y Condor.

La compañía arrastraba pérdidas monstruosas y su modelo de negocio no funcionaba. En el sector turístico se descontaban sus problemas desde hacía tiempo. Necesitaban liquidez urgente y no la consiguieron a pesar de que hasta el último momento sus directivos mantuvieron la esperanza de salvar, sino toda la empresa, si al menos parte de ella.

Pero no ha sido posible y este gigante con 178 años de historia a sus espaldas ha caído como un castillo de naipes. En España tenía mucha actividad, pero no como mercado emisor. Sus aviones eran parte del paisaje en los aeropuertos de Baleares y Canarias por lo que ambas comunidades notarán, y no precisamente para bien, la bancarrota. Entretanto, 600.000 turistas han quedado varados a miles de kilómetros de su casa y tendrán que ser repatriados. Vamos a desentrañar las claves.

En La ContraRéplica:

  • El Gobierno vasco y el tamaño de las cocinas
  • Amenábar y la Transición
  • Ventajas para mujeres en las oposiciones

https://diazvillanueva.com/apoya-la-contra/

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