A principios de 2022 Alberto Garín y yo nos propusimos hacer una ContraHistoria sobre la Revolución Francesa. Era este un tema que los contraescuchas habían pedido muchas veces, pero no sabíamos por dónde hincarle el diente. La Revolución Francesa es uno de los acontecimientos más importantes de toda la historia, supone el arranque de lo que de forma convencional se ha dado en llamar la edad contemporánea y, al estar tan cerca en el tiempo, sus ecos aún se dejan sentir. Fue un proceso muy rápido, de 25 años si empleamos la cuenta larga, de apenas 5 si empleamos la cuenta corta. La larga lleva la revolución desde su comienzo con la convocatoria de los Estados Generales en 1789 a la restauración de la dinastía borbónica con Luis XVIII en 1814. La corta va de la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789 a la reacción termidoriana que siguió a la implosión de la convención jacobina en 1794. Hay también una cuenta media que va del verano de 1789 al golpe del 18 de Brumario (9 de noviembre de 1799), momento en el que Napoleón Bonaparte se hace con el poder.
Alberto y yo escogimos para aquellos programas la cuenta media ya que el proceso revolucionario se mantuvo tras la la ejecución de Maximilien Robespierre adentrándose en dos etapas de importancia fundamental como fueron el Directorio y el Consulado. Este último dio lugar al imperio napoleónico que, más que una reacción, fue en muchos aspectos la continuación y expansión por toda Europa de la revolución, esta vez mediante los ejércitos de Napoleón Bonaparte ocupando físicamente buena parte del continente.
Aquella ContraHistoria estuvo dividida en cuatro partes porque nos parecía imposible contar todo lo que teníamos que contar en uno o dos capítulos. Fue un éxito de audiencia. Sus cuatro episodios acumulan en el momento en el que escribo estas líneas 585.000 descargas en iVoox y YouTube, las dos plataformas por las que se emite el programa.
Desde el principio vimos la posibilidad de convertir aquello en un libro sirviéndonos, eso sí, de la cuenta larga ya que sin repasar el modo en el que Napoleón consolida buena parte de la legislación y el espíritu revolucionario es difícil entender el proceso completo. Se dio entonces la circunstancia de que unos meses después lanzamos al mercado «Lutero, Calvino y Trento. La Reforma que no fue«, un libro publicado por la editorial Almuzara que también había nacido de una ContraHistoria. Las ventas de este libro funcionaron bien y eso nos animó a plantearnos convertir los cuatro programas de la Revolución Francesa en un libro del mismo estilo, dialogado y divulgativo cuya técnica ya dominábamos. Lo propusimos a nuestra editorial, que en aquel entonces era La Esfera de los Libros, pero no mostraron de primeras demasiado interés en él.
El editor que nos asignaron, Diego Afonso, lo desdeñó desde el primer momento, le parecía demasiado corto y no estaba de acuerdo con que careciese de anotaciones a pie de página. Lejos de ser un defecto ambas cosas las buscamos deliberadamente. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Tanto Alberto como yo estamos convencidos de que para contar algo nunca se deben emplear cuatro palabras cuando basta con dos. Los libros breves se leen más y salen algo más baratos. Nuestro trabajo no consiste en vender papel, sino en contar historias. Respecto a las anotaciones a pie de página, «Contra la Revolución Francesa» es un libro divulgativo, no un manual universitario ni una tesis doctoral. Los pies de página dificultan la lectura, engordan el libro y pueden llegar a ser muy irritantes cuando el pie ocupa más que el cuerpo principal de texto, cosa que sucede con ciertos autores.
Como no veíamos que el libro fuese a prosperar en esas manos que con tanto desprecio lo habían recibido decidimos tomarnos unos días para pensar qué hacíamos con él. Ya lo teníamos escrito y corregido, hasta un prólogo le habíamos añadido, una pequeña joya escrita por nuestro querido Miguel Anxo Bastos. Contactamos entonces con Félix Gil, con quien ya habíamos trabajado en el pasado, y nos recibió en HarperCollins con las puertas abiertas. Él y todo el equipo de la editorial. Corrimos entonces una contrarreloj para tenerlo listo para la Feria del Libro de Madrid, que se celebra anualmente al final de la primavera y que en España sirve como excusa para los grandes lanzamientos.
A principios de abril, sin tener siquiera ejemplares en papel, anunciamos la preventa con la idea de que mucha gente se animase y así los algoritmos de Amazon descontaran que iba a ser muy solicitado. Ese truco nos lo explicaron con detalle en HarperCollins y ha funcionado. Gracias a que la preventa ha ido bien, la editorial ha encargado ya la segunda edición y hay inventario de sobra para atender a todas las librerías. Desde hoy está disponible para quien quiera adquirirlo. Ha llegado la hora de la verdad. Esperamos que se venda mucho. Si lo hace es porque ha gustado a los lectores. Esta era nuestra única intención. Si lo conseguimos nos daremos por satisfechos.
El libro está disponible en todas las librerías, tanto en las pequeñas como en las grandes cadenas. Aquí algunos enlaces:




Lo he visto en el escaparate de una librería que frecuento. Tiene buena pinta