Fin de fiesta

Con la puesta en marcha del artículo 155 se cierra un ciclo, el del referéndum, pero se abre otro. En este las incógnitas son muchas más que las respuestas. Nadie sabe a ciencia cierta cómo reaccionará el Gobierno catalán, ni como lo hará su base social, que es muy amplia. Se desconoce asimismo cuál es la hoja de ruta de Rajoy más allá del proyecto que presentó el sábado. La fiesta ha terminado. Ahora viene la resaca. Para ambos.

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2 Comments

  1. Mariano se pasó la mañana del sábado explicando todas las calamidades que han sucedido en España y que él no ha sabido evitar pese a ser precisamente esa su responsabilidad: que si fractura social, que si empobrecimiento, que si inseguridad jurídica, que si delitos gravísimos y pertinaces…Todo, para justificar que, ahora sí, iba a tomar medidas, para revertir el cristo. Usará la medidas disuasorias que no quiso emplear en su momento, ya que supone que también valen para recomponer lo despedazado, imaginándose que el 155 puede disolver el odio, o convencer a los sediciosos, o enriquecer a todos los catalanes, pues equipara ley a concordia. El 155 pudo haber evitado que se consumaran los actos sediciosos anunciados, advertidos y amenazados que han sido, con su ejecución, la dinamita y la metralla del rencor latente, y que son la bandera de las hostilidades futuras.
    Cuando hizo falta el 155: inacción. Ahora que hace falta un alud de ley, años de inhabilitaciones y décadas de aplicación de una reforma constitucional, ahora:155 y elecciones en breve.
    Un cordial saludo.

  2. Se contempla el 155 como una intervención de la Ley y el Estado.

    Lo cierto es que así el PP, con menos del 2,5% del apoyo de la población catalana (4,8% de votos), va a gobernar con mayoría absoluta desde el Senado.

    Es fácil ver cómo una legión de apesebrados, siervos del partido, empresarios que lo financian en negro y miembros del PP catalán, hambrientos de poder y dinero, van a caer como una nube de langostas sobre el erario público catalán, que también es el de todos, a base de contratos, asesorías, comisiones, designaciones digitales o el saqueo puro y duro, como el PP de Madrid con el Canal de Isabel II

    Que una banda criminal organizada con el fin de saquear el Erario público (así definido el PP en Sede Judicial) sustituya a otra que se ha apropiado de una parte del territorio español no es para sentirse ni tranquilo ni contento

    Saludos

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