Este domingo el Consejo del Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, aprobó un gran ajuste interno, el más ambicioso de la historia de esta entidad, lo cual es decir mucho porque el Deutsche fue fundado en 1870, hace la friolera de 149 años. El ajuste se sustanciará en 18.000 despidos con efecto inmediato, la reducción del Consejo y una reestructuración profunda de la división de banca de inversión.
No conocíamos los detalles, pero sabíamos que las aguas del Meno, que atraviesa Fráncfort donde se encuentra la sede central del banco, bajaban turbias. Aunque no tan turbias como los números de este gigante, que menguan desde hace más de diez años sin que sus gestores hayan encontrado el modo de enderezar el rumbo. Algunos analistas creen que esta inyección bastará, otros que será un simple placebo. Vamos a desentrañar las claves.
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