La Unión Europea, una fortaleza agrietada

Ayer a mediodía las fronteras exteriores de la UE se cerraron a cal y canto. Todos los viajes entre países no comunitarios y la Unión se suspendieron durante 30 días, hasta la segunda quincena de abril. Sólo los ciudadanos europeos que se encuentran en el exterior podrán regresar. Esta es la primera y, al menos por ahora, única medida que ha adoptado Bruselas desde que empezó la presente crisis.

En todo lo demás cada Estado miembro ha ido por su lado haciendo la guerra por su cuenta. Lo cierto es que todos esperábamos algo así. Las autoridades comunitarias son simplemente incapaces de encarar una crisis en condiciones. Sucedió en 2008 con la crisis financiera y lo volvimos a ver en el verano de 2015 con la de los refugiados. La Comisión carece de competencias en materia sanitaria y de seguridad interior, por lo que todo lo que puede hacer es dar recomendaciones y buenas palabras.

A la nueva presidenta de la comisión, la alemana Ursula von der Leyen, todo esto le ha pillado recién aterrizada en la Comisión. Tiene que ir tragándose las medidas, a veces contrapuestas y a menudo insolidarias, que van adoptando unilateralmente miembros como hechos consumados. Tan sólo le queda vigilar que una fortaleza que ya muestra grietas de considerable tamaño termine por venirse abajo.

En La ContraRéplica:

  • Los problemas del confinamiento
  • La inmunidad de grupo como estrategia
  • Las consecuencias sociales de la crisis
  • ¿Qué pasa con Gibraltar?
  • La crisis vista desde Inglaterra

https://diazvillanueva.com/apoya-la-contra/

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