Maduro ha dado un nuevo giro a la situación en Venezuela que, por lo demás, se encuentra en una espiral caótica con protestas diarias, decenas de muertos y con la crisis económica arreciando. El presidente ha llamado a una asamblea nacional constituyente apelando a la Constitución del 99. Una nueva artimaña para retener el poder a cualquier coste. En este caso el coste es barrer los últimos restos de democracia que quedaban en el país y ahuyentar para siempre el fantasma de la disidencia.
En Venezuela hay una emergencia de miseria, debida a la política del socialismo del sigloXXI y al narco-estado, hay una emergencia de inseguridad, debida al narco-estado y la policía política, y hay una emergencia de represión, debida a la policía política y a la vil apropiación de los poderes públicos por parte del chavismo. No hay, en una asamblea nacional constituyente tutelada por el chavismo, ninguna respuesta, ninguna solución, a las emergencias presentes. La Venezuela postMaduro tendrá retos oceánicos, la Venezuela de Maduro solo tiene sordidez, con o sin asambleas nacionales constituyentes.
Un cordial saludo.