
Se está celebrando en China, en Shanghai concretamente, una curiosa feria de comercio: la llamada Exposición Internacional de Importaciones, un salón dedicado a juntar a exportadores extranjeros e importadores chinos para que hagan negocios. La voluntad del Gobierno de Xi Jinping es que China importe más productos y así no les puedan acusar de ser un país a quien sólo interesa el libre comercio en la medida de que les permite exportar mucho sin importar apenas nada.
En principio es una buena idea, tanto lo del salón de importaciones como el hecho de que China se comprometa a comprar más fuera de sus fronteras. Beneficiará a todos los países del mundo ya que el chino es un mercado gigantesco. Pero no sólo, también lo hará con la economía china. Parece contraintiuitivo, pero así será. Vamos a ver porqué.
China es un gigante con centenares de millones de esclavos bien alimentados gracias a la combinación de capitalismo más tiranía comunista, algo totalmente incoherente para gente que razona pero no para gente que idea. En todo caso el desarrollo chino y su ahora apuesta determinada por la importación traerán inevitablemente la apertura y el conocimiento de la realidad exterior que tanto ha temido el régimen totalitario. La importación a gran escala será económicamente beneficiosa para China y adelantará la fecha en la que los chinos se planteen la legitimidad de la dictadura para regir sus vidas. Económicamente es un paso seguro hacia la prosperidad, políticamente es el paso más arriesgado para los déspotas chinos. Según se vean sus efectos sociales puede que decidan echar el freno o puede que conocedores de los riesgos esta feria sea tan solo eso una feria con música y colorines. Veremos.
Un cordial saludo.