Este martes se firmó la versión final del Tratado México-EEUU-Canadá, TMEC por sus siglas en español y anteriormente conocido como NAFTA. Llevaban más de dos años negociando el nuevo acuerdo, desde mayo de 2017, cuando Donald Trump mostró su descontento con el tratado firmado en 1994 y pidió que o se renegociaba completamente o lo abandonaba. De esa negociación ha salido este nuevo acuerdo que, en líneas generales es muy parecido al anterior pero que incorpora algunas novedades de peso, especialmente en el ámbito laboral.
Para México y, más concretamente, para López Obrador es un auténtico salvavidas. La economía mexicana está estancada y sólo potenciando las exportaciones hacia el norte podrá salir de ahí. En Washington también se ha recibido con gran satisfacción. Trump tiene un arma más para dirigirla contra la oposición demócrata que en 2017 le atacó sin piedad por querer acabar con un acuerdo de libre comercio que tan buenos frutos ha proporcionado a los tres países firmantes durante el último cuarto de siglo.
En La ContraRéplica:
- La política económica de Alberto Fernández
- El caso de los ERE y los sindicatos
- Miopía selectiva de los periódicos
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