
Este fin de semana un pequeño grupo de militares se levantó contra el régimen de Nicolás Maduro en un cuartel de la ciudad de Valencia (Carabobo). El alzamiento estaba acaudillado por un capitán que ya hizo pública su oposición al régimen en 2014 y que desde entonces se encontraba en paradero desconocido. Un pronunciamiento torpe e innecesario que no ha hecho más que dar un valioso balón de oxígeno a un Gobierno debilitado dentro y desprestigiado fuera.
Bobadas, se acabaron las palabras y las demoras.