
La Casa Blanca ha anunciado la imposición de nuevas sanciones a una serie de individuos y entidades iraníes por estar involucradas en «actividades malignas» relacionadas con el programa nuclear y por dar apoyo al terrorismo islamista. En principio es un sinsentido porque, de estar en marcha de nuevo el programa nuclear iraní, sería el Gobierno el responsable y no una serie de individuos. Una simple cortina de humo para oscurecer las motivaciones reales de ambos.
Si tus vecinos regionales tienen vocación de califato y armamento o paraguas nuclear, igualar las bazas es una prioridad vital. Si, además, históricamente tienes inclinación de califato, la cosa se hace indispensable. Pues exáctamente eso es lo que le ocurre a Irán, que no puede renunciar a equilibrar las fuerzas que lo rodean. La inestabilidad no reside en que posea lo mismo que sus vecinos sino en la posición de debilidad y amenaza permanente que percibe.
Un cordial saludo.