La hora de los audaces

Este sábado se produjo un terremoto en el Partido Popular. Pablo Casado, hasta hace un mes un simple diputado, conocido por el gran público pero sin demasiado futuro político, se convirtió en presidente del PP. Lo ha conseguido a través de unas primarias que han puesto al PP frente a sus propios fantasmas y que han terminado por enterrar el rajoyismo y, por extensión, la carrera política de Soraya Sáenz de Santamaría.

Una carambola imprevista que insufla oxígeno a un partido que estaba herido de muerte. Esta carambola viene a coincidir en el tiempo con otra, la que llevo a Pedro Sánchez a la Moncloa hace mes y medio. Dos políticos desahuciados que, echándole valor y haciendo una lectura correcta de la situación, han conseguido dar la vuelta a la política española en sólo 50 días. Pocas veces la audacia hizo tanto en tan poco tiempo.

1 Comment

  1. La hora de los audaces.
    La victoria de Pablo es otra prueba de que en el PP nadie controla ya nada. Pablo, que obtiene titulaciones académicas en tiempo y forma incompatibles con la asimilación de cualquier conocimiento, ha obtenido ahora otro título en tiempo y forma incompatibles con la posesión de un proyecto y una estructura. Todos su títulos son legales, ahora bien, no le veremos ejerciendo la abogacía, ni dirigiendo una empresa porque nadie se cree su capacitación. Ahora dirige el PP y aunque tiene presencia y sonrisa, juventud y sonrisa y audacia y sonrisa… no parece tener ni proyecto ni equipo, así que le toca de momento, sonreír, decir conveniencias y sonreír, montar una banda y sonreír, y más adelante, sonreír, empezar a contradecirse y sonreír, empezar a tapar a los suyos y sonreír. Lo del PP no es un problema de sonrisas frescas, es un problema de socialdemocracia vestida de derecha, de corrupción estructural y de permanente traición a sus propias promesas. Y este sonríe.
    Un cordial saludo.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.