La nominación de Coney Barrett

Este sábado Donald Trump nominó como sucesora de Ruth Bader Ginsburg a Amy Coney Barrett, una jueza de 48 años que hasta la fecha se encontraba en el Tribunal de Apelación del 7º Circuito, el correspondiente a Illinois, Indiana y Wisconsin. Coney Barrett cumple con los requisitos para el cargo, es jueza en ejercicio y jurista de reconocido prestigio, pero, sobre todo, cumple con el requisito fundamental para acceder al Supremo, que no es otro que ser del agrado del presidente.

Tiene un perfil conservador tal y como era de esperar. Es católica y madre de siete hijos, dos de ellos adoptados. En muchos aspectos es la antítesis de la jueza a la que sustituye. Se decanta por una interpretación literal de la Constitución tal y como fue escrita por los padres fundadores hace más de dos siglos y evita interpretaciones creativas. Pero aún no es jueza del Supremo. el Senado tiene que aprobar su nominación. Si ajustan bien el calendario pueden conseguirlo antes de las elecciones del día 3 de noviembre. A partir de ese momento la composición del tribunal quedará extraordinariamente descompensada. De nueve miembros, seis habrán sido nominados por presidentes republicanos y otros tres por demócratas. Como el cargo es vitalicio esto puede tardar mucho tiempo en revertirse.

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2 Comments

  1. El problema de la nominación de Coney Barrett no es su coherencia personal o su historial, sinó el respeto a las reglas del juego en las nominaciones al tribunal supremo. Cuando toca en período demócrata, se considera que hay que esperar a las siguientes elecciones desde un año antes. Cuando le toca a los republicanos, aunque sea en plena campaña y a toda prisa, vale. Sobre todo con las encuestas que hay. Si los demócratas esperan ante el machaque de todo el bando republicano, es que juegan con la suerte, por sobre confianza. Si Trump no espera, es que es listo y no juega con la suerte. ¡Buena le montarían a los republicanos si hubiesen nombrado en año de elecciones! Me parece que llevas las argumentaciones a donde te interesa. Evidentemente que Trump no se la juega porque tiene clarísimo, el y todo el partido republicano, que van a perder. Y la trampa por encima es nombrar una persona tan joven contra toda la tradición en un cargo vitalicio. No ha hecho lo que han hecho los demócratas: los demócratas esperaron y mucho más tiempo. Vd. lo ha dicho: lo suyo sería que esperase. ¿Se lo hubiesen hechado en cara los republicanos? ¡Que se ganen el apoyo mayoritario de su pueblo! Se nota demasiado de que parte está vd, y por tanto la argumentación se resiente.

  2. Quise decir: ¡buena se montaría si hubiesen hecho lo mismo los DEMÓCRATAS en su momento!

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