Malta, la orden de los caballeros errantes

Su nombre completo es Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén de Rodas y de Malta, aunque comúnmente se la conoce como Orden de Malta u Orden del Hospital. Fue fundada en el año 1099 para atender a los peregrinos cristianos que viajaban a Tierra Santa pero, como en aquel momento estaba en marcha la primera cruzada, pronto se dedicaron también al combate contra los musulmanes. Que su misión original fuese cuidar de los peregrinos motivó que sus caballeros empezasen a ser conocidos como los hospitalarios. El Papa Inocencio III les concedió el uso de una cruz de color blanco sobre fondo rojo para diferenciarla de la de la orden del Temple, que era roja sobre fondo blanco. Con el tiempo la cruz adquiriría una forma peculiar con ocho puntas que ha llegado hasta nuestros días.

Su primera sede estuvo en Jerusalén y allí se mantuvo hasta el año 1291 cuando los cruzados fueron expulsados definitivamente de Tierra Santa. Pasaron entonces a Chipre y luego se reagruparon en la isla de Rodas. Allí permanecerían durante más de dos siglos, hasta el año 1522 cuando, tras un largo asedio, los turcos otomanos les desterraron de la isla. Los pocos caballeros que quedaban anduvieron varios años vagando de un lugar a otro de Europa sin encontrar donde asentarse. El Papa Clemente VII, que simpatizaba con la orden, pidió a Carlos I de España que permitiese a los hospitalarios establecerse en Malta, una pequeña isla al sur de Sicilia que los aragoneses habían conquistado en el siglo XIII. Carlos I aceptó, quería reconciliarse con Clemente tras el saco de Roma y sólo pidió a cambio que los caballeros hospitalarios pagasen un alquiler anual que consistía en un halcón, el halcón maltés que todos los años el gran maestre de la orden remitía al virrey español en Sicilia. Al rey de España que una orden religiosa con vocación militar estuviese en Malta le venía muy bien ya que esa isla se encuentra justo en el centro del Mediterráneo. Los caballeros servirían como primera fuerza de choque cristiana por si una flota otomana se aventuraba en el Mediterráneo occidental, que era donde el rey de España concentraba sus dominios.

La orden tomó posesión de la isla en 1530 y a partir de entonces pasó a ser conocida como Orden de Malta. En esos mismos años la reforma protestante sacudió a la orden por dentro. Desapareció de Inglaterra y de Escandinavia, pero no de Alemania, donde sus caballeros se reformaron para crear la Orden de San Juan con sede en Brandeburgo y conocida en Alemania como Johanniter. El resto de los caballeros se mantuvo en Malta e incluso hicieron las Américas. En el siglo XVII la orden compró cuatro islas en el Caribe que años más tarde vendieron a la Compañía Francesa de las Indias Occidentales.

Para entonces les quedaba poco más de un siglo en Malta. En 1798 Napoleón invadió la isla y la orden volvió a dispersarse por Europa. Las potencias europeas se negaron a devolver Malta a la Orden en el Congreso de Viena. El Reino Unido quería hacerse con la isla y no estaban dispuestos a cederla a una orden medieval y además católica. Eso obligó a los caballeros a refugiarse primero en Ferrara y luego en Roma, donde los Papas les dieron cobijo restaurando al gran maestre.

La Orden de Malta no ha desaparecido. Muchos países del mundo la reconocen como un sujeto de derecho internacional y mantienen relaciones diplomáticas con ella, tiene rango de observador en la ONU y, como hace casi mil años, se dedica a labores asistenciales. La Orden de Malta tiene algo de presente, pero sobre todo mucho pasado, y eso mismo es lo que hoy vamos a ver en La ContraHistoria.

En El ContraSello:

  • Lawrence de Arabia
  • El imperio inca

Bibliografía

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