Lanchas de la Guardia Revolucionaria iraní capturaron ayer un nuevo petrolero extranjero en aguas del golfo Pérsico. Es el tercero en menos de un mes. El día 19 de julio apresaron otro con bandera británica, el Stena Impero, que sigue bajo su custodia, y poco después fue detenido y registrado otro de bandera panameña. La escalada de tensión se produce tras el reforzamiento de las sanciones por parte de EEUU y la detención de un petrolero con crudo iraní en Gibraltar por orden del Gobierno británico.
Tanto EEUU como el Reino Unido tratan de formar una coalición internacional para vigilar las aguas del golfo, una iniciativa que por ahora no ha tenido éxito. Tanto la Unión Europea como los países de Extremo Oriente prefieren mantenerse a la espera de acontecimientos. A fin de cuentas si el Gobierno de Hassan Rouhani está arriesgando tanto tal vez sea porque las sanciones estén surtiendo efecto y se encuentren al límite. Las cosas no marchan bien dentro del país y, lo que es peor, observan con amargura como carecen por completo de aliados.
Los oyentes traen:
- El hombre paleolítico y su relación con el medio ambiente
- Una duda arqueológica
- ¿Cuántos ministerios hacen falta?
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