Os comentaba el viernes pasado que la campaña en México enfilaba su recta final a partir de hoy mismo. Y no sólo lo ha hecho, sino que la ventaja de AMLO es ya tal que muchos interpretan esta recta como un desfile militar para el candidato de MORENA. En una encuesta de este mismo fin de semana para Revista 32 AMLO arrojaba ya una intención de voto del 62%, Anaya del 19,8% y Meade del 13,7%. Es decir, que sumando a los candidatos del PAN y del PRI (antaño hegemónicos) se quedan en la mitad de los votos previstos para López Obrador.
Esto es, evidentemente, una encuesta de un medio de izquierda, pero viene a confirmar que todos se van haciendo a la idea de que AMLO es inevitable. No estaría de más que empezasen también a descontar las consecuencias.
Andrés Manuel es el hombre del momento en Méjico y, si se confirman los augurios demoscópicos, será el próximo presidente mejicano. Las capacidades del puesto para procurar seguridad, prosperidad y prestigio a su nación son limitadísimas y su programa político va en dirección contraria. Tanto las decisiones erróneas como las decisiones correctoras de los resultados de las decisiones erróneas, todas, aumentarán el gasto público, el déficit y la deuda nacional, fomentarán corruptelas y desprestigio institucional y acabarán conformando una sociedad más pobre y más desencantada. Las explicaciones del futuro presidente sobre las razones de su fracaso serán un ejercicio de cinismo clásico. Todo tal cual les ha ocurrido a sus predecesores en el cargo. Y todo, no por previsible menos triste para los mejicanos.
Un cordial saludo.