Y a los 43 años resucitó

Una de las primeras decisiones de gobierno de Pedro Sánchez ha sido sacar cuanto antes los restos de Franco del Valle de los Caídos. Nadie (salvo él, claro) entiende bien a qué tanta premura. El cadáver embalsamado de Franco lleva enterrado en Cuelgamuros 43 años y, aunque no debería estar ahí porque no es un caído de la guerra civil, no parece que exhumarle sea lo más urgente que los españoles tenemos entre manos.

Evidentemente a nadie se le escapa que esto es un primer paso y que Sánchez continuará donde lo dejó Zapatero hace siete años. Se habla de resignificar el lugar y convertirlo en otra cosa. Algunos incluso piden su demolición. El Valle de los Caídos nunca fue un asunto polémico en España. Ahí estaba y siempre fue destino de domingueros y turistas, también de nostálgicos del franquismo hasta que la Ley de Memoria Histórica se lo prohibió. Curiosamente ahora, cuando han pasado casi 80 años desde que empezó a construirse es cuando más controversia levanta este monumento. Vamos a dar un repaso sobre este tema.

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1 Comment

  1. El Valle de los Caídos es un memorial que nos recuerda que los españoles somos perfectamente capaces de odiarnos mutuamente hasta la barbarie y que la sinrazón puede apoderarse de nuestra sociedad en cualquier momento y para triturarla inmisericordemente. Décadas después de que se fuera a su casa el último picapedrero allí siguen las piedras gritando en silencio a quien las sepa oír: este pueblo no sabe de concordia. En este 2018 este pueblo tiene un desafío secesionista en marcha y a un presidente del gobierno removiendo los odios de nuestros abuelos. El significado del valle no puede estar más vigente y sacar a Franco es un gesto que simula lucha, victoria y justicia cuando en realidad es ventajismo y revancha. Quien odie a Franco que estudie la sociedad española de 1936 y seguirá odiándole pero ya no solo a él y el sonrojo restará mucho ímpetu a la venganza. Otra opción es odiar sin más para subrayar lo acertado del memorial.
    Un cordial saludo.

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