Quedó ayer visto para sentencia en un debate televisado desde el Estado de Iowa el plantel de candidatos para las primarias demócratas, que arrancarán a principios de febrero y que se prometen muy reñidas. Hay un total de doce candidatos con Joe Biden a la cabeza, al menos según los sondeos, seguido por Bernie Sanders y por Elisabeth Warren. Son tres pesos pesados del partido y ninguno cumplirá ya los 70 años, algunos como Sanders están frisando incluso los 80.
El partido, que se la juega en noviembre, no quiere hacer experimentos y trata de poner delante de Trump a un candidato que tenga experiencia y, sobre todo, que no genere rechazo en la clase media a quien, por cierto, le está yendo bastante bien con el trumpismo gracias a la bonanza económica. El desempleo está en mínimos históricos y hay un gran dinamismo empresarial. Los demócratas lo saben, por eso mismo tienen que cambiar el eje del discurso y conseguir que el votante no vote pensando en el bolsillo, sino en el que dirán los demás si se entera de que ha votado a Donald Trump.
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