FBI, filtraciones y correos de Hillary Clinton

Donald Trump ha cesado a James Comey, director del FBI, lo que ha ocasionado un escándalo de primer nivel. Se le acusa de abuso de poder, de orquestar un golpe y de, incluso, desatar una crisis constitucional. Pero lo cierto es que el director de esta agencia depende del presidente, que puede prescindir de él cuando crea conveniente sin necesidad de dar siquiera explicaciones. En el caso de Comey, además, el despido está plenamente justificado y ya había sido solicitado por los demócratas. A Comey, en definitiva, no le quería nadie aunque ahora parezca lo contrario.

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1 Comment

  1. El director del FBI tiene un puesto con acceso a las investigaciones sobre delitos de los políticos, gobernantes o aspirantes. Esto en sí mismo es una herramienta política que da poder de decisión, influencia y dinero. Imaginar que el director de turno no va a utilizar dicha herramienta es como imaginar que, por motivos éticos, no cometeremos canibalismo en supervivencia extrema, es decir, una apuesta poco segura. El único contrapeso ante tal atribución es un mandato breve, sin sucesión pactada y con ostracismo posterior. Cualquier otra cosa, es turbia.
    Un cordial saludo.

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