Con 150.000 casos confirmados y casi 3.000 víctimas mortales EEUU se ha convertido en el epicentro de esta pesadilla que azota al mundo entero. Este domingo Donald Trump anunció que las medidas de distanciamiento social se extenderán hasta el 30 de abril. La Casa Blanca prevé que el pico se alcance en la segunda quincena de abril y que el país recobrará cierta normalidad a lo largo del mes de junio. La zona más castigada del país es la costa este, más concretamente los Estados de Nueva York y Nueva Jersey, con un total de 75.000 casos y 1.200 fallecidos. Le sigue el foco californiano y, a cierta distancia, Michigan, Massachusetts y el Estado de Washington. La administración baraja entre 100.000 y 200.000 muertos y muchos millones de positivos como balance final.
Algunas zonas del país han decretado confinamientos de la población, en otras se vive una tensa calma que choca con la confianza que el propio Trump mostraba hace sólo 15 días, un caballo del que tuvo que bajarse a toda prisa tan pronto como los problemas arreciaron. En ese momento Trump adoptó una posición nacionalista y se enfundó el uniforme de «presidente de guerra». Se juega mucho en esto. La crisis pilla a EEUU en pleno año electoral, con las primarias en marcha y la reelección en juego. Parece ya fuera de toda duda que esto tendrá consecuencias, tanto políticas como económicas. Las segundas serán menores si el país se mantiene abierto al mundo. Las primeras aún es pronto para saberlas.
En La ContraRéplica:
- ¿Cómo será el «desconfinamiento«?
- ¿Cuál es la cifra real de positivos y de fallecidos?
- Las tropelías del Gobierno
- Aislamientos selectivos
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