
Entre noviembre de 1945 y agosto de 1946 se celebraron en la ciudad bávara de Núremberg, uno de los estandartes del partido nazi, los procesos en los que los aliados juzgaron a los criminales de guerra nazi. No fue asunto sencillo llegar hasta ellos porque nunca antes se había intentado algo similar. Se quería evitar la venganza y que imperase la Justicia. Los juicios sentaron las bases del derecho penal internacional moderno y son el origen de la Corte Penal Internacional de La Haya. Toda una odisea jurídica que puso el broche final a la Segunda Guerra Mundial.
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De una guerra de aniquilación entre brutales imperios coloniales, pseudo democracias racistas y regímenes asesinos y xenófobos nace nuestro Derecho Internacional actual, heredero de una farsa montada más inteligentemente que los procesos de Stalin pero al fin al cabo persiguiendo lo mismo: la propaganda y el ensalzamiento del que gana, cubriendo asesinatos masivos del vencedor con las palabras «Justicia», «guerra justa» y demás nombres que sirven para todo hoy día
No es Justicia cuando te designan el abogado, cuando te impiden el secreto debido de las conversaciones entre acusado y abogado (ahí están los testimonios gráficos) y cuando el delito, al fin y al cabo, es perder la guerra, porque los asesinatos masivos polacos de alemanes étnicos previos a la guerra, el establecimiento de guettos judíos en esta misma Polonia (que ya pusieron las cosas fáciles a los alemanes), la violación y el asesinato masivo como arma de guerra de los soviéticos, la limpieza étnica de Prusia y Pomerania posterior a la guerra, los bombardeos angloamericanos en plancha buscando las catedrales y los hospitales como centro de las ciudades para crear científicamente tormentas de fuego que matasen el mayor número posible de civiles y, al fin, la bomba nuclear, TODO queda permitido siempre que ganes la guerra
Nada diferente al Imperio Asirio, que se basaba en su crueldad para imponer su Justicia. Pero más humanos eran los asirios simplemente porque no gozaban de los avances científicos que los humanos “civilizados” disfrutamos y que permiten asesinar prójimos de manera masiva. Solo que ahora la guerra es «justa»…. o no hay guerra en absoluto, matando EEUU el año pasado unas 150.000 personas con sus drones en todo el mundo, siendo el 95% gente que tuvo la mala suerte de pasar por ahí cuando atacaban a ese 5% que dicen que es «objetivo legítimo»
No avanzamos nada
Saludos
Vae victis, ¡ay, de los vencidos!, dolor al conquistado… algo así respondió el jefe galo Breno, mientras arrojaba su espada al peso de la balanza, como respuesta a las quejas por el evidente amaño de la balanza con la que se estaba pesando el oro romano que pagaría la retirada de los galos de la vencida Roma.
Los abusos hacia los vencidos han sido la norma desde siempre, pero en Núremberg, tras finalizar la segunda guerra mundial, se refinaron y sofisticaron hasta el paroxismo. No era suficiente la derrota, la invasión, el arrase, los millones de muertos, el desprecio moral… no, además era pertinente calzarles un juicio de parte en aras de la defensa de los derechos de las víctimas… pero de las provocadas por los derrotados, porque los derechos de las otras, los de las derrotadas…
Para juzgar se precisan razones y autoridad, lo de Núremberg fue revanchismo y potestad.
Breno vistió el abuso de trato y los aliados de derechos, pero la realidad siempre fue indisimulable. Vae victis.
Un cordial saludo.
Excelente comentario, sí señor!
Magnífico comentario,si señor.