
Ebrahim Raisi, un juez iraní de la línea dura y presidente del Tribunal Supremo, ganó las elecciones presidenciales de Irán celebradas este viernes. Raisi consolida la tendencia conservadora en la política iraní mientras el país intenta reeditar un acuerdo nuclear con la comunidad internacional que le liberaría de algunas sanciones estadounidenses. Ebrahim Raisi recibió 17,9 millones de votos, casi el 62% de los votos emitidos. Su principal rival, el reformista Abdolnaser Hemmati, el único candidato moderado que aspiraba a la presidencia quedó tercero con el 8,3% de los votos.
Para oficializar la victoria, el actual presidente de Irán, Hassan Rouhani, visitó a Raisi el sábado. Raisi, que se encuentra sancionado por EEUU a título personal desde hace dos años, criticó el acercamiento de su predecesor hacia los países occidentales, pero ahora se verá obligado a hacer lo propio si quiere levantar una economía que se encuentra en la UCI desde hace tres años. Su victoria es el resultado de resultado de una participación muy baja, inferior al 50% (el 48,7%, concretamente) y un reflejo de las profundas divisiones que hay en la sociedad iraní, un sistema político en el que apenas cabe la disidencia y no hay opciones reales a la hora de votar.
Millones de iraníes se quedaron en casa, en parte para protestar por las maniobras del propio régimen para decantar las elecciones a favor de Raisi antes incluso de que se emitieran los votos. En las semanas previas a la votación, el organismo de supervisión electoral del país había inhabilitado a prácticamente todos los candidatos no conservadores. Los votos nulos representaron alrededor del 14% del escrutinio total, lo que convierte el voto nulo en el segundo partido del país. Los resultados también reflejan la apatía de los votantes iraníes hacia los candidatos reformistas y moderados. Muchos iraníes han perdido toda esperanza de reforma y ven como el régimen de los ayatolás, que acaba de cumplir cuatro décadas, se cierra sobre sí mismo y se dispone a resistir con la vieja guardia al mando.
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