Odebrecht desemboca en Lima

Pedro Pablo Kuczynski, presidente del Perú, podría hoy dejar de serlo si prospera en el Congreso el pedido de vacancia (destitución) que pesa sobre él. Es la última y la más insigne víctima del caso Odebrecht, que afecta a toda Hispanoamérica y que ha terminado estallando con gran fuerza en Perú. Hasta la fecha ya se ha cobrado dos ex presidentes: Alejandro Toledo, huido de la Justicia, y Ollanta Humala, que se encuentra en prisión junto a su esposa. Pero para que Kuczynski salga de la presidencia primero tiene que aprobarlo en Congreso. La mayoría fujimorista no basta, necesitan también a la izquierda, que, aunque el año pasado le apoyó en las elecciones, ahora quiere dejarle caer.

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1 Comment

  1. Casi medio Perú apoya al fujimorismo y el otro algo más de medio Perú, lo odia. El fujimorismo no es granítico pero el antifujimorismo es arenisca. Pedro Pablo preside Perú por el mérito determinante consistente en no ser familia de Fujimori. Como está relacionado con Odebrecht que es sinónimo de corrupción, sus apoyos han de decidir entre el odio al fujimorismo y el asco ante la corrupción. Tanto si continúa como presidente como si no, va a ser un trapo a partir de ahora con el san Benito de presidente corrupto versus ex-presidente corrupto, porque Odebrecht es como un hierro ardiente con forma de esvástica, si te toca la frente se le tuerce la mirada a todo el mundo.
    Un cordial saludo.

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