
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de Perú proclamará hoy oficialmente como presidente del país a Pedro Castillo, que ganó las elecciones del pasado 6 de junio. Ha sido un escrutinio larguísimo plagado de impugnaciones por parte del partido Fuerza Popular liderado por Keiko Fujimori. Los resultados finales son extraordinariamente ajustados. Castillo será el próximo presidente del Perú por una ligerísima mayoría de menos de 50.000 votos y apenas tres décimas porcentuales. Las impugnaciones han caldeado el ambiente durante el último mes y medio hasta hacerlo irrespirable. Algunos en Perú se han puesto en lo peor y ya ha comenzado la fuga de capitales. Todo en un momento especialmente delicado para la nación andina tanto desde el punto de vista sanitario como económico.
Tras la proclamación oficial como vencedor de los comicios Castillo tomará posesión el día 28 de julio, una fecha muy significada ya que coincide con el día en el que se celebra el bicentenario de la independencia de Perú. Pero más que espíritu de unidad nacional, concordia y alegría, lo que hoy afecta a los peruanos es la inquietud y la incertidumbre. Nadie sabe lo que vendrá después de la jura del cargo. Si Pedro Castillo aplica a rajatabla su programa la democracia peruana que, con todos sus defectos (que son muchos) ha dado al país dos décadas largas de estabilidad y prosperidad relativas, podría tocar a su fin. Muchos son los que contienen la respiración. Los más optimistas esperan que todo se quede en simple charlatanería revolucionaria diluida ante el contacto con la realidad. Los pesimistas creen que del mandato de Pedro Castillo Perú no saldrá bien librado. Vamos hoy en La ContraCrónica a recapitular sobre este tema.
En La ContraRéplica:
- China y el futuro de Occidente
- La eficacia de la Sputnik
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