
El presidente de El Salvador, el controvertido Nayib Bukele, no deja ni un solo momento de regalar titulares a la prensa, y no sólo a la salvadoreña, también a la de todo el mundo. Pocas veces el presidente de un país tan pequeño como El Salvador ha dado tanto que hablar en el plano internacional. Bukele ya era conocido por su desmedida afición a las redes sociales, por sus amistades entre los principales youtubers de habla hispana o por la mala relación que tiene con el Congreso de su país. Por si todo lo anterior fuese poco, lo último que ha hecho el presidente salvadoreño es anunciar que adoptará el Bitcoin como moneda oficial del país a partir del mes de septiembre.
El Salvador es un país dolarizado desde hace veinte años. En 2001, con idea de acabar con los brotes inflacionarios del colón salvadoreño y de dar estabilidad cambiaria, el país adoptó el dólar estadounidense como moneda propia. Desde entonces todo en El Salvador se ha pagado en dólares. A partir de ahora el Bitcoin será moneda de curso legal para librar todo tipo de pagos, incluidos los impuestos. Los comerciantes tienen la obligación de aceptar bitcoins a menos que tecnológicamente no puedan hacerlo ya que carecen de monedero digital o no disponen de los conocimientos adecuados. Desconocemos hasta qué punto el Bitcoin influirá en la economía salvadoreña, pero si sabemos que Bukele hace cualquier cosa para no pasar desapercibido. El denominado por sus fans como “presidente milenial” ha convertido las redes sociales, especialmente Twitter, y Bitcoin en sus señas de identidad en el extranjero. Gracias a eso muchos son los que le adoran, otros, en cambio, creen que Bukele no es más que un producto de mercadotecnia política con grandes ansias de poder.
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